Hugo Presman sostiene en esta nota que la marcha del 17 de agosto, convocada fundamentalmente por Juntos por el Cambio, fue una manifestación más del odio antiperonista pero que más allá de lo pintoresco de la composición y lo heterogéneo de los reclamos, la cantidad y extensión territorial de las manifestaciones revela que la derecha y franjas de clase media, le han tomado el gusto a la calle, y este es un hecho que el gobierno nacional no debería minimizar.