El 18 de enero se cumplen diez años de la muerte de Alberto Nisman, cifra redonda y perfecta para reflotar la falsa idea instalada desde medios comerciales y justicia federal sobre el asesinato del fiscal.
Los tiempos históricos son impredecibles, pero en algún momento juzgará como se debe a los artífices, ejecutores y sostenedores de este periodo de demolición y crueldad extrema.