La figura del león como metáfora de las relaciones sociales, expresa un nuevo acuerdo social. Un acuerdo donde la libertad individual avanza desplazando los límites éticos, llevando más allá las posibilidades de someter a los demás.
El estado de desorientación política es tal que la única organicidad tolerable es aquella que apunta a un frente que, aun sin existir, debe producir efectos sobre la realidad ya mismo.