Jorge Giles sostiene que en el voto contra Venezuela se cometieron tres errores estratégicos: se aceptó dócilmente el argumento de que allí se debatió y votó sobre los derechos humanos ; se dejaron de lado las banderas de nuestra política exterior, como la no injerencia en los asuntos internos de las naciones, y se desperdició una oportunidad inmejorable para actuar junto con México y otros países no alineados con los EE.UU a fin de transformar la actual correlación de fuerzas a nivel global.