El elemento más novedoso de la derecha argentina del Siglo XXI quizá sea, según el autor de la nota, su renovado afán por la ignorancia, el deseo de no saber y su obsesión por el desvarío y el frenesí. Una derecha que utilizó todas las herramientas a su alcance y trabajó pacientemente hasta horadar e incluso desmoronar todos los cimientos del sistema democrático.