El cuento que Juan Chaneton nos envía tiene su tiempo de ocurrencia en los iniciales meses de 1990, cuando el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) perdió las elecciones a manos de la candidata de la derecha, Violeta Barrios, al frente de la Unión Nacional Opositora (UNO). Para los gobiernos revolucionarios, las elecciones y la democracia son una necesidad, pero la democracia burguesa con reglas burguesas, constituye una encerrona histórica de difícil pronóstico.