La incertidumbre del presente abarca la posibilidad del sueño de terminar con una pesadilla, y tiene como escenario la vergüenza de haber descendido a la categoría de semicolonia, donde nos gobiernan desde el exterior, y desde ahí se hace campaña para la prolongación de la pesadilla. La esperanza está, como escribió el filósofo francés Henri Bergson: “El futuro no es lo que va a venir, sino lo que nosotros vamos a hacer”.