Restituir el sujeto en el análisis de los fenómenos sociales es el gran acierto de la piscología aplicada. Eros y ananké - amor y necesidad-, dijo Freud, son los progenitores de la cultura humana, de modo que cuánto un gobierno disminuye el hambre de la población y cuánto incita a la ternura son las dos variables fundamentales y que nunca podrán reducirse a un consenso.