Como los niños que nacían en la Galilea de Jesús que cargaban con el peso de los tributos que cobraba el imperio, los niños de nuestra Argentina nacen con una deuda impagable. Hoy celebrar la Navidad significa rechazar esa deuda reconstruyendo el movimiento popular cuya guía sigue siendo una patria socialmente justa, económicamente libre y políticamente soberana.