El miedo es un excelente disciplinador. Milei lo sabe, hacia adentro de su gobierno y hacia la
sociedad toda. Le temen hasta los integrantes del poder económico que lo sostienen y piensan:“Si no es ahora, cuando”. El gobierno con apenas un cuchillo de madera legislativo, aprovechó la cobardía de muchos y la complicidad de la Corte Suprema para en un año hacer un reseteo del país, una demolición de una velocidad sin precedentes.