No puede afirmarse que el gobierno de Cambiemos es una dictadura en sentido clásico. Existe división en los poderes del Estado pero al tratar de penetrar en su funcionamiento, aparecen profundas grietas que dejan ver claramente un sistema que cada vez se parece más a una democracia de baja intensidad.
El homenaje del 24 no celebra nada ni borra el insulto a la Humanidad que se perpetró. Pero rememora lo que ahora y siempre nos interpela, el deseo, "que hace que la vida no tenga sentido si produce un cobarde"
El presidente afirma que el crecimiento es invisible pero en los hechos sólo le llega a los privilegiados. El FMI elogia al gobierno lo que significa que para la mayoría de los argentinos lo peor está en el horizonte. La distancia entre el relato y los hechos conforman un abismo.