Las dos opciones partidarias que se presentan auguran un final entre un peronismo cualunque, amorfo y menemista, o un peronismo que sabe que su mejor programa de gobierno serán los días más felices con Perón y Evita, con Néstor y Cristina.
Marcelo Brignoni sostiene en esta nota que la insólita idea de atacar a Axel Kicillof y pretender transformarlo en un nuevo Alberto Fernández, exhibe claramente una estrategia que no supera la pretensión de la primera persona del singular.