Movió la Dama. CFK no será presidenta en el 2019 por decisión propia. La emboscada de causas y juicios que le tenían preparada lidiará contra una posibilidad fantasmal, mientras Alberto Fernández va a trajinar el territorio convocando al voto ciudadano, libre de cuerpo y persecuciones, asegurando una posible victoria nacional -y algo popular- en octubre. CFK ya no es el problema de la unidad y del país. El problema de la Argentina queda ahora a la vista de todos: se llama neoliberalismo.