Atribuirse una novedad es sacar ventaja discursiva. El capitalismo financiero con su “neo” (liberalismo) y sus “nuevas” (derechas) muestra una buena gimnasia. Pero las costuras se notan: donde proponen una modernización apuntan a su contrario: un retroceso civilizatorio.
Rocco Carbone sostiene que el trabajo que tenemos por delante en el campo nacional y popular es nombrar las experiencias del fascismo actual, incluso cuando son alucinatorias y nos dan miedo.