El asesinato de Lucas González cometido por efectivos de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires revela, según sostiene el sociólogo Daniel Rosso en esta nota, que en el mundo de las apariencias y de las extorsiones, cualquier integrante de los sectores populares puede recibir dos tiros en la cabeza porque la elección del blanco es contingente y mediada por encuadres controlados y repetidos, en buena medida, por el poder económico, político y comunicacional.