El gobierno de Javier Milei somete a los argentinos a un escenario tan previsible como
catastrófico. Como país, es el suicidio de la Argentina moderna reducida a un modelo
primario extractivo exportador de valorización financiera donde sobran millones de argentinos. Por otro lado, a través de dislates y propuestas medievales, el gobierno intenta introducir a los sobrevivientes del experimento en un neuropsiquiátrico.