Hugo Muleiro opina en esta nota que es necesario trabajar a fondo respecto de las condiciones que permiten que los discursos de odio se instalen en el cuerpo social. Sostiene que esta tarea es muy compleja y de largo aliento pero indispensable, y que es simultánea a las acciones que puedan proponerse respecto de quienes emiten estos discursos en los medios de comunicación opositores.