Elisa Carrió se compara con Tita Merello pero en nada se asemeja a ella porque Carrió es una pobre imitación de Lilita, y Lilita el torpe exabrupto de una señorona llamada Carrió. Es el verdadero espectro golpista de este triste presente argentino que encarna la glosa viva del espíritu destructor del Neoliberalismo.