La tendencia a la simplificación y a la comparación entre Milei, Trump, Bolsonaro, Marine Le Pen o Georgia Meloni, integrantes todos de una supuesta internacional política, no parece muy adecuada para la profundidad analítica.
Foucault se sonreiría, pero también tendría algo para decirles a quienes hicieron, de parte de su obra, sostén penoso de la defección en la educación de las futuras generaciones.