A partir de datos concretos de la provincia de Buenos Aires, Alberto Nadra demuestra cómo la resistencia popular a la baja salarial, los despidos y cierres de empresas fue un factor decisivo en el resultado electoral del 7/9, un hecho omitido por el análisis mediático y subestimado por la oposición. Esa misma energía social, que este miércoles logró torcer la voluntad del Ejecutivo en Diputados, es la que define el pulso de la política. La nota encara la nueva gramática de la protesta y se pregunta si la dirigencia tradicional podrá, de una vez por todas, salir de sus internas y conectar con esta energía social que no solo juzgó al pasado en las urnas, sino que ya está moldeando el futuro.