El ocultamiento de la masacre en Plaza de Mayo en junio de 1955 fue uno de los grandes éxitos del sistema de “libertad de prensa” en el que nos desempeñamos los periodistas en este país. Rodolfo Walsh, que nunca integró ninguna Academia, rompió la censura sobre los fusilamientos con “Operación Masacre”, pero lo tuvo que publicar en medios que no formaban parte de la estructura del sistema. Democratizar la información es una deuda histórica.