La tarea más urgente será atender la catástrofe económica y social que el gobierno ha generado pero la empresa más importante que tiene por delante la política es cultural: crear cultura de soberanía y solidaridad. No se trata sólo de votar “con el bolsillo”, sino con conciencia nacional, sabiendo que toda lesión a la soberanía siempre afecta nuestras vidas.