Política

22 marzo, 2021

24 de marzo, memoria, redes y pandemia – Por Diego Sztulwark

El próximo 24 estará poblado de todo tipo de manifestaciones visibles, pero también deberá afrontar el desafío de procesar la incertidumbre de lo que ocurre cuando lo público sucede mayoritariamente a través de las redes virtuales. Diego Sztulwark sostiene que el ejercicio político de la memoria ha sido la constitución de una política de la verdad, tanto más verdadera y más política cuanto fue capaz de detectar las continuidades profundas entre aquel acto de guerra que fue el golpe cívico-militar de 1976 y los violentos golpes “de mercado” del presente.
1 abril, 2021
Ilustración: Aimé Aminahuel y Ara Gracia.

Lo real: un nudo justo – Por Roque Farrán

Una de las verdades por las que la práctica filosófica se cultiva y transforma, es la política. Y en Argentina, la política de Derechos Humanos, la lucha de Abuelas, Madres e Hijos de Desaparecidos constituye un paradigma de subjetivación militante. Aquí encontramos el nudo justo de lo real en su historicidad presente.
27 abril, 2021

Jugando a la ruleta rusa – Por Hugo Presman

Hugo Presman afirma en esta nota que jugar a la ruleta rusa es un juego mortuorio. Si la ruleta rusa es practicada individualmente, es una práctica suicida en el espacio del libre albedrío. Pero un gobernante no debe hacerlo. No es admisible la necropolítica. Si sale la bala, su carrera política puede truncarse, pero eso no tiene mayor significación. Esa bala produce miles y miles de muertos fruto de sus decisiones suicidas. Con aciertos y errores la Argentina ya ha superado los 60.000 muertos. La segunda ola se llevará muchos más. No se puede ayudar al virus. Los que hagan alianza con él, pensando que cuando peor, mejor, están colocando el revolver en la sien de la sociedad. La política no debe cumplir ese deleznable papel.
28 abril, 2021

El “discurso ético” como destitución de la política – Por Diego Tatián

El estadio actual del capitalismo financiero involucra un fenómeno de crucial importancia que podría comprenderse como un proceso de sustitución de la política por la “ética”. La sustitución de la lucha contra la injusticia por la lucha contra la corrupción equivale a un desplazamiento de la política por la “ética” – o por el “discurso ético” o “ideología ética”- que congela las resistencias, desvanece el deseo de emancipación, bloquea la imaginación e impone la perpetuación del capitalismo.