Es urgente reflexionar sobre nuestro Estado y sus instituciones para remontar este duro presente, afirma Raúl Zaffaroni. Se impone el deber ético de aunar esfuerzos en torno a un nuevo proyecto de Estado que deberá plasmarse en una Constitución acorde a la actual situación del mundo.
En la Argentina se vive sin el calor y la mancomunidad de un presente previsible y un futuro esperanzado, sostiene Raúl Lemos, y agrega que en nuestra sociedad la precariedad del náufrago es la regla que subyace condicionando cualquier otra.
En el poder judicial subyace un fondo de omnipotencia en el comportamiento que nada tiene que ver con la coyuntura, sino que muestra errores de conducta individuales que se concretan en una clara patología institucional.
El autor de esta nota sostiene que la fortaleza de la ley será, sin duda, el modo en que ella misma represente la debilidad de quienes le dieron origen.