¿Resulta acertado asumir a las “nuevas derechas” como uno de los tantos participantes del juego democrático, del litigio político, de la batalla cultural? ¿Acaso no estamos transitando un verdadero “instante de peligro” en que todas las garantías de la convivencia democrática se hallan amenazadas? ¿Son comparables las prácticas fascistas del siglo XX con el despliegue agresivo y virulento de las actuales huestes reaccionarias? Claudio Véliz intenta abordar estos y otros interrogantes en el presente artículo, reivindicando la importancia de las categorías teóricas como corolario de decisiones ético-políticas.