Estela Grassi plantea en este artículo que desde marzo de 2020 la pandemia del COVID-19 nos depositó de golpe en el futuro o en el funeral del siglo XX. Las muertes de Quino y Maradona lo confirmaron. Y con el comienzo del mito de Maradona, la inminente vacuna contra el COVID19 y el “descuarentenamiento”, se dio el inicio indudable del siglo XXI. Grassi nos deja un interrogante como incógnita: ¿Será capaz, la humanidad del siglo XXI, de recuperar algo de la vida social imaginada desde la modernidad que, aunque abortada, incluía la posibilidad del reconocimiento de todes como semejantes?