¿Es posible reconstruir, así sin más, el Estado social de base keynesiana como si nada hubiera sucedido en el interior de la sociedad del capitalismo tardío? ¿Se pueden combatir las causas estructurales y profundas que están en el origen de las expansiones virales de las últimas décadas sólo apelando a darle al Estado una dimensión más activa y presente? ¿No estamos, acaso, ante una oportunidad única de ir más a fondo con la propia metafísica del capital? Preguntas que buscan respuestas nada fáciles ni lineales allí donde la crisis de la economía-mundo es mucho más que una nueva redefinición de los modos de acumulación y de concentración de la riqueza por las grandes corporaciones y las plutocracias gobernantes.