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Eduardo Amadeo y el virus más letal – Por Norberto Alayón

Norberto Alayón escribe este artículo a partir de otro publicado por Eduardo Amadeo en el diario La Nación el pasado 27 de marzo, y afirma que cuando está en juego la salud y la vida misma de la población no deben aceptarse acríticamente sugerencias de quienes ignoraron la absoluta incompatibilidad entre la economía de mercado y la salud pública garantizada por un Estado fuerte.

Por Norberto Alayón*

(para La Tecl@ Eñe)

 

Eduardo Pablo Amadeo es un economista graduado en la Universidad Católica Argentina. Es, a la vez, un destacado cuadro político del PRO y de Juntos por el Cambio que ha transitado a lo largo de su carrera por diversos partidos y altos cargos ejecutivos y legislativos, revelando una particular ubicuidad.

El 27 de marzo publicó, en el diario La Nación, una columna de opinión bajo el título “DESAFÍOS PARA LA ASISTENCIA SOCIAL”, en la cual -sobre la pandemia del COVID 19- hace referencia a la ineludible cercanía que deben asumir los operadores sociales para actuar en la atención de la población. Y menciona puntualmente que “Los trabajadores sociales trabajan cerca de la gente en múltiples temas que van desde la alimentación hasta la violencia familiar, pasando por el apoyo a los adultos mayores y el control de la salud”.

El columnista recomienda (y está bien) lo que ya se sabe: “cuidar a los que cuidan”; siempre y cuando no implique homologar la nefasta concepción que portaba sobre el tema la ex ministra de Seguridad Patricia Bullrich. Amadeo cierra su nota destacando “la importancia de tener esta mirada amplia que incluya a los enfermos, a los sanos y sus familias y a quienes están trabajando para ellos”.

La asistencia social ha estado históricamente ligada a la pobreza, a la desigualdad, a las catástrofes. Pero la pobreza y las diversas problemáticas sociales, crónicas o agudas, no pertenecen al campo de la asistencia social, sino al campo de la economía. Y la economía expresa el proyecto político que se despliega en un país, en un período determinado, en correspondencia con los intereses de los sectores sociales que orientan o ejercen directamente el poder político.

A las concepciones conservadoras que históricamente caracterizaron a las oligarquías locales, preocupadas por sus solas ganancias y su propio bienestar y lujos, y ajenas a las necesidades del conjunto de la población, se le acopló convenientemente el fundamentalismo neoliberal de los 90, profundizado con mayor y obscena intensidad por el macrismo en los últimos años. Bien describió, con agudeza, el sociólogo portugués Boaventura de Sousa Santos al decir que “el neoliberalismo, basado en el capital financiero, es la versión más antisocial del capitalismo”. El neoliberalismo arrasó y destruyó buena parte de los derechos sociales, consolidados a través de los años, dando lugar a un fuerte proceso de degradación social e institucional que acarreó (y acarrea aún) innumerables y graves secuelas que llevará mucho tiempo poder mitigar y reparar.

No resulta imprescindible enumerar con detalle, en la ocasión, los efectos marcadamente negativos de la gestión de Macri. Baste sólo recordar el  extremo endeudamiento del país, el aumento de la pobreza, la desocupación y la desigualdad. En el campo de la salud, la degradación del ministerio respectivo transformado en secretaría, la reducción de muchísimas partidas del área, el abandono de hospitales casi finalizados, la falta de vacunas que produjo el incremento de los casos de sarampión, etc.

¿Hubieran podido enfrentar la pandemia del coronavirus con ese tipo de políticas? ¿Qué hubiera hecho Amadeo, si respaldaba la política de endeudamiento de Macri, que devastó el Estado y llevó nuevamente al país a depender del FMI?  Entonces dijo que “El gran mérito de Macri es que asumió el momento de crisis que tenía, no trató de ocultarlo y tomó medidas para decir: “Terminemos tan rápido como podamos”. (La Nación – 19/6/2018).

Y tras la aprobación de un préstamo de 50.000 millones de dólares por parte del FMI (más tarde ampliado a 57.000 millones), Amadeo expresó: “Valientemente, el presidente Macri fue al Fondo Monetario para conseguir el dinero”. “Si no hubiéramos ido al Fondo Monetario, hoy el dólar valdría 60 pesos y la pobreza hubiera explotado como en el fin del gobierno de Alfonsín y de de la Rúa” (La Nación – 23/6/2018).

¿Con qué recursos humanos hubieran podido enfrentar la pandemia del coronavirus si se cumplía su objetivo sobre la planta de trabajadores estatales? Poco tiempo atrás Amadeo decía que “Tenemos que echar empleados públicos, deberíamos echar 300 mil empleados públicos”. “[Durante] el kirchnerismo aumentó por tres la cantidad de empleados públicos. Fíjese en el Astillero Río Santiago, en Télam, donde triplicaron la cantidad. El kirchnerismo usó el dinero de la gente para pagar vagos”. (La Nación – 25/9/2018).

En el 2019, sobre las elecciones nacionales, declaró: “Tengo miedo de que podamos perder porque la Argentina que se viene, si perdemos en esta polarización, es un desastre, va a ser una suerte de suicidio colectivo. Vamos hacia una votación entre populismo o democracia”. (diálogo en FM Milenium, consignado en Perfil – 11/6/2019).

De haber sido reelegido Mauricio Macri, que con tanto fervor anhelaba Amadeo, hubiera impulsado la continuidad de la política neoliberal, al menos si esta vez cumplía sus promesas de campaña. No es aconsejable dejar de aceptar sugerencias que pudieran mejorar la implementación de acciones en beneficio de la gente, sobre todo si está en juego la salud y la vida misma de la población. Pero tampoco, aceptar sin más -es decir, sin memoria y con ingenuidad- aquellas propuestas que ignoran la absoluta incompatibilidad entre lo que hicieron malsanamente desde el gobierno neoliberal y lo que ahora pueda aparecer como una sugerencia constructiva.

La política llevada a cabo por el gobierno neoliberal del ex presidente Mauricio Macri, que barbarizó la Argentina y que contó con el activo y destacado apoyo del locuaz político y columnista Eduardo Amadeo, ha demostrado que existen virus mucho más graves y letales aún que el desgraciado “corona”.

 

Buenos Aires, 6 de abril de 2020

*Trabajador Social – Profesor Consulto de la Facultad de Ciencias Sociales (UBA)

2 Comments

  1. Jorge Defino dice:

    Brillante como siempre Norberto, sacar caretas a hipòcritas y oportunistas como èste que tanto daño han hecho al Paìs.

  2. JUAN JOSE PRADO dice:

    QUIENES OPINAN COMO AMADEO, SON LOS MISMOS QUE ALIENTAN LUCRAR CON LA MUERTE. NO DISTINGUEN ENTRE EL SENTIDO SOCIAL DE LA ECONOMIA . RECUERDO MIS CLASES EN CIENCIAS ECONOMICAS DONDE PLANTEABA ESA DIFERENCIACIÓN. LEJOS ESTA AMADEO DE ADMITIR QUE LA POLITICA DEBE ORDENAR LA ECONOMIA PARA PODER PERMITIR DIGNIDAD A LOS QUE ESTÁ DESTINADA…FELICITO TU ARTICULO ORIENTADOR FRENTE A LO QUE NOS PLANTEA LA REALIDAD ACTUAL DONDE SE CONSOLIDA EL ESTADO BIENESTAR PERGEÑADO POR ALBERTO FERNANDEZ, QUE COMPARTO EN UN TODO. INSISTO SOBRE LOS NUEVOS PARADIGMAS QUE DEBEREMOS ENFRENTAR…SE QUE CUANDO VEAMOS LA INEFICIENCIA DE LA ACUMULACION DE DINERO FRENTE AL FLAGELO DE LA MUERTE IMPOSIBLE DE COMPRAR EL PENSAMIENTO COLECTIVO -POR EL PERIODO NO DETERMINADO- SERA DISTINTO…PERO EL HOMBRE ES HOMBRE Y SIN LUGAR A DUDAS RENACERAN AL TIEMPO IMBUIDOS DE CODICIA, VANIDAD, DESEO DE PODER…LOS AMADEOS COMO UN VIRUS SOCIAL DIFICIL DE HACER DESAPARECER…
    MUY BUENO EL ARTICULO Y LA VIRTUD DE DESCORRER EL VELO DE LOS QUE SIEMPRE RAPIÑARON DE LOS FONDOS DEL ESTADO, SIRVIENDOSE DE ELLOS… JUAN JOSE PRADO