La pandemia arrojó a la realidad política un nuevo movimiento: los libertarios, integrado por las magnas figuras cambiemitas. Uno de sus lugares de reunión es el Obelisco, símbolo de la vida política de la ciudad. Además, los libertarios levantan las banderas de las formas más descarnadas del individualismo capitalista de la vida. El fallo de la Corte Suprema de Justicia defendió el sentido común libertario, tensado entre las restricciones, el cuidado a la vida y las libertades individuales.