Jorge Alemán plantea en esta nota un interrogante: ¿Por qué el psicoanálisis argentino en su orden institucional, no quiso asumir el riesgo de elaborar el nudo entre duelo, memoria y deseo a la luz de la coyuntura que hizo que la Argentina remontara la corriente de una tragedia histórica, y se transformó en una inercia institucional, en una represión de la propia historia que lo interpelaba y de una voz propia?