Daniel Rosso leyó el libro de María Eugenia Vidal y escribió esta nota en donde sostiene que Vidal, en su camino hacia la construcción de un perfil de gestión basado en la sensibilidad y la bondad, avanza ensamblando tradiciones discursivas, se diferencia, pone a disposición su cuerpo dolorido, sufriente, mediatiza su culpabilidad y remoraliza la política en su lucha contra el demonio populista.