El caso del policía Luis Chocobar, quien asesinó por la espalda a Pablo Kukok, confirma que el pasaje del Estado de Derecho al Estado Policial es una decisión política que involucra al Jefe de Estado y a las fuerzas de seguridad comprometidas con el control social a través de la represión. Un aval del Estado para implantar una nueva doctrina de seguridad en donde se invierte la carga de la prueba para dotar de impunidad al accionar policial.