Las figuras que hoy representan un estadio postconvencional de la moral son el Papa Francisco, José Pepe Mujica y el personaje de "El Eternauta" Juan Salvo. En este estadio predomina el bien común, la magnanimidad y el desinterés personal en miras a un bienestar común y la justicia social. Sin embargo, aunque se invoquen sus virtudes, no son expresadas en concreto desde una praxis ética y política.