El periodista Hugo Presman afirma en esta nota que estamos en horas decisivas como pasajeros de una pesadilla en la cual increíblemente se puede ganar una elección proponiendo amputar derechos, mientras los manotazos de ahogado de una dirigencia superada por la crisis pueden terminar rifando nuevos recursos naturales. Con el FMI como condicionante clave, se vuelve, como en el 2001, a la alternativa devaluación o dolarización, o en el colmo de la colonización a “la banca off-shore”.