Los autores de este artículo abordan el “affaire” Lozano y el escrache punitivista que la fotógrafa descargó sobre la artista plástica Mariana Esquivel, para dejar planteados algunos interrogantes: ¿Qué relación hay entre la originalidad y la reproductibilidad técnica; entre el arte contemporáneo y la copia? ¿Acaso el mundo de la publicidad y las redes sociales no se han encargado de hacer estallar el copyright? ¿Se puede pensar el arte con el código penal en la mano?