El psicoanalista y ensayista Marcelo Precia sostiene en este texto que la desolación se torna desgraciada no cuando se presenta como condición momentánea de la existencia, sino cuando resulta de las acciones destructivas del capital. Percia concluye que lo que hasta ahora se llama salud mental, se podría rebautizar como una escucha en común de la desolación.