Hablar de Economía del Conocimiento o de Ciudad del Conocimiento pasa por alto las que parecen cuestiones muy estratégicas de la vida social como lo es la creación de un nuevo equilibrio entre las investigaciones científicas y las artes humanísticas. Horacio González escribe este artículo para adentrarnos en un debate de gran interés, donde el próximo gobierno argentino deberá decir su palabra sobre estos temas, como forma cautelosa y crítica de afrontar los tiempos que vienen.