En el juego de las democracias occidentales hoy las mediciones de imagen se convirtieron en uno de esos elementos que rigen la vida política institucional. Si bien esos índices en la mayoría de los casos están manipulados, lo que no se puede obviar es que tanto los ascensos como los descensos, tienen como causante, en última instancia, la acumulación de malestares o el logro de una cenestesia social positiva.