La autora de esta nota sostiene que el antagonismo a superar es que cualquier movimiento que impulse una aceleración de los procesos históricos destruye el sentido activándose el automatismo, y por el contrario, una velocidad extremadamente lenta actúa como barrera para cualquier construcción del sentido mismo o la modificación y lucha conceptual que genera alteraciones prácticas. La des-aceleración permitiría pensar y re-pensar sobre la situación desesperada en que lo humano se encuentra inserta.