El pensamiento keynesiano está detrás de las medidas adoptadas por el gobierno de Alberto Fernández en estos primeros 25 días, donde es clave el rol del salario, del consumo interno y del Estado en la administración, gestión y programas de acción de corto plazo, mientras trata de acordar con los acreedores externos incluido el FMI, la suspensión de todos los pagos por lo menos por dos años.