El presidente Mauricio Macri afirma que no es mago y en su relato recurre a la pesada herencia como el mal de todos los males actuales. El “sí, se puede”, parece dirigirse a mejorar la situación de los poderosos y a empeorar la de los sectores populares. Hugo Presman sostiene que la magia consistiría en que los ajustados lo celebren con la esperanza de confiar en un futuro lejano pero mejor.