El caso de Horacio Verbitsky se prestó para que se concentrara la polución colectiva de los grandes medios de comunicación, recogiendo las ansiedades malogradas de miles y miles de personas que dirigieron hacia ese único e impensable punto, sus desbaratadas ganas de ultrajar. Bastaba que en ese punto apareciera la figura de Horacio Verbitsky. Una figura pública que durante más de medio siglo fue reinventando una modalidad de periodismo que sin perder sutileza, ironía y fino sarcasmo, se dedicó a desnudar las tramas ilegales, represivas y destructivas de las formas políticas más horrendas que conoció la humanidad, desde actos de sufrimiento y aniquilación producidos en personas con compromisos políticos revolucionarios hasta esquemas ilegales de negocios que estrujaron hasta dejar exangüe a nuestro país. ¿Se olvidó eso? Los grandes medios que sacaron sus relucientes armamentos hechos de emoticones y rabiosa opinología, se frotan las manos.
Por Horacio González*
(para La Tecl@ Eñe)
Un riesgoso fanatismo, un alud que cae violentamente sobre un único individuo que súbitamente concentra las acusaciones en que se cifran, si fueran dichas de otra manera, todas las frustraciones colectivas, las innumerables desistencias de la vida social argentina para evitar convertirse en un ámbito problemático. Una catarata que renueva sus aguas revueltas con una penitenciaría de flechas envenenadas contra un hombre que pasó su vida en un combate contra las condensaciones políticas que se deleitaron creando espanto y horror, y que ahora parecen haber revelado, en un único acto de su vida del que se arrepiente, que la impugnación a emisarios de la muerte organizada desde el Estado -en oscuros períodos que es imposible olvidar-, era una fantasía de alguien que llevaba en sus venas el deseo de actuar sin pedir turno, saltarse el lugar en la cola. Si somos prístinos en la vocación de pensar la política, debemos seguir siendo capaces de analizar sus problemas en vez de emplear hachas de sílex que caen sobre el “enemigo del pueblo”. Recordamos con esta expresión al Doctor Stockmann, el famoso personaje de Ibsen. Ojalá, estuviésemos entonces discutiendo una obra de teatro de un gran autor noruego. Stockmann, como médico había descubierto que estaban contaminadas las aguas del lago turístico del pueblo, y los políticos que lo saben, aunque lo niegan para no arruinar un negocio. Consiguen que el pueblo acuse a Stockmann, que a su vez, mantiene la idea de que los pueblos son fáciles de engañar. Con las enormes diferencias del caso, Horacio Verbitsky ha sido declarado “enemigo del pueblo” en una gran carnavalada de hipocresía y agua bendita.
¿Es el “enemigo del pueblo”? Si alguien fue capaz de decirlo, consultando quizás el acervo de grandes frases del teatro clásico, no se tomó el trabajo de consultar lo inverosímil de sus anatemas. “¡Se atribuye un privilegio cuando hay cincuenta mil muertos en el país!”. La insólita acusación es grave a dos puntas. Una es obvia. Verbistsky se vacunó sin acatar la larga espera a la que muchos estamos sometidos, corriendo la suerte de miles y miles de hombres y mujeres que vivimos con tristeza estos tiempos de cerrazón para las preguntas fundamentales sobre la vida, que no es que se ausenten, pero vienen demasiadas veces montadas en la televisada caballería de la impugnación, el insulto fácil, la moralina proclamada desde la supuesta indemnidad personal de quienes se saben envueltos en celofanes, purezas de facultades de juzgar al prójimo en un escupitajo de desprecio. Inquisitoriales, se basan en un error personal para preparar la desmesura de hacerlo cargar con una insensibilidad estadística hacia los muertos que va dejando este estropicio que originó debates filosóficos, ecológicos, científicos y toda clase de especulaciones sobre una geopolítica de las vacunas, en la que tanto tienen que ver los que usan toga de moralistas, mantillas de severos analistas políticos.
Nos vacunábamos desde chicos en las escuelas públicas, con una mera intervención de un enfermero que pasaba alcohol en nuestros tiernos brazos, bastaba hacer una cola como un trámite republicano, llamémoslo así, pero ahora esperamos la vacuna como una centella mesiánica salida ya de laboratorios cuyos nombres proféticos no conocíamos meses antes. Gamaleya, AstraZeneca, Pfizer. Este último nos era más familiar, pues como los grandes laboratorios occidentales tanto produce vacunas contra males específicos como gases asfixiantes y otros artículos vinculados a la violencia y la guerra. Pero ahora adquirían aspectos mesiánicos, heroísmos hospitalarios justamente conmemorados, y hasta entonaciones socialistas como dijo Iñigo Errejón en un reportaje desde España, donde comparó la vacuna a un “acto casi socialista”. Hace casi un siglo, los socialdemócratas alemanes dijeron que el correo postal era ya un indicio de socialismo. Comprendemos a estas personas y estos pensamientos benefactores que se entusiasman con aspectos científicos supletorios de la voluntad humanan política. Más de un siglo después el Correo no mostró esas virtudes que el candor político le atribuía, y su sucesor tecnológico, las “redes sociales”, se muestran especialmente como un reservorio de frases ponzoñosas, sostenidas en el anonimato, pero especialmente activas en la quiebra general de los tejidos asociativos que crean expectativas mutuas de solidaridad. Y no suelen evitar la injuria babosa, el escarnio ponzoñoso y la piqueta pública avalados por “tantas y tantas miles de visitas”. Se dice “las redes” como si se mencionara un ser, antropófago y ávido de devorar cuerpos vivos, canibalizarlos provocando un pequeño éxtasis domiciliario pues con el computador en nuestro penumbroso dormitorio podemos lanzar epítesis que producen un secreto espasmo, impiden pensar, pero producen un secreto temblor en nuestras soledades.
El caso de Horacio Verbitsky se prestó para que se concentrara la polución colectiva de los grandes medios de comunicación, recogiendo las ansiedades malogradas de miles y miles de personas que dirigieron hacia ese punto -ese único e impensable punto-, sus desbaratadas ganas de ultrajar. Bastaba que en ese punto apareciera la figura de Horacio Verbitsky. Una figura pública que durante más de medio siglo fue reinventando una modalidad de periodismo que sin perder sutileza, ironía y fino sarcasmo, se dedicó a desnudar las tramas ilegales, represivas y destructivas de las formas políticas más horrendas que conoció la humanidad, desde actos de sufrimiento y aniquilación producidos en personas con compromisos políticos revolucionarios hasta esquemas ilegales de negocios que estrujaron hasta dejar exangüe a un país, el nuestro. ¿Se olvidó eso? Los grandes medios que sacaron sus relucientes armamentos hechos de emoticones y rabiosa opinología, se frotaron las manos. Los grandes privilegiados históricos del último medio siglo argentino encontraban al que los denunciaba, por fin, en el subsuelo de un fantasioso alcázar de alquimistas, con enfermeros togados que manipulaban probetas humeantes de ungüentos salvadores para unos pocos que habían mostrado su contraseña para entrar al Vacunatorio Esotérico del Doctor Caligari.
Pero preocupa mucho el primer resorte que muchísimos compatriotas, ciudadanos o militantes, encontraron para la condena máxima. Pero no hacían más que exhibir el mayor truco que contiene nuestra conciencia. Imaginar que es válido hacer excepciones para nosotros mismos, porque no son dañosas para nadie, salvo para un elástico moral abstracto que sabremos también reparar cuando llegue el caso. Eso no lo justifico. Pero pensar que nunca cubriríamos con un pretexto adecuado, o de último momento, una acción levemente fuera de norma, no sería solo la dispensa de nunca haber leído a Kant, sino no saber cómo opera el flujo impetuoso de la vida cotidiana en cualquier lugar que sea. No saber tampoco revisar nuestra conciencia que declaramos impoluta ante nuestro goce sigiloso cuando cae un ídolo -mito esencial de las culturas-, lo que nos puede llevar a una cacería de sospechosos donde mostramos la vidriera de nuestra supuesta pureza, los firuletes vistosos de nuestra auto postulada composición pudorosa, sin percatarnos que podemos participar perfectamente en crear un monstruo persecutorio en la sociedad argentina. Alimentaremos entonces personajes que ven la política como una provocación permanente de las corrientes subterráneas de un mundo calcinado por la espera de las compensaciones que no llegan, valores oscuros que las derechas atienden dando rienda suelta al usufructo de esa satisfacción atormentada. Es la risa del Satiricón, que aprovecha para hacer la comedia de su abstinencia cuando ve que han tropezado hombres o mujeres que a lo largo de su vida mantuvieron las banderas de un virtud democrática y revolucionaria que no por eso los hacía perfectos ni angelicales.
Claro que Verbitsky hizo mal al no contener el impulso que tenemos todos de ser vacunados, y hasta diría, de creerle a Errejón, de ser éste un hecho “casi socialista”. Tiene 79 años, miembros de su familia en riesgo, uno ha fallecido del mal. Yo digo, aun así hubiera tenido que no ceder a este llamado de protección, justamente porque es portador del nombre de Verbitsky. Pero se puede evaluar todo, tenemos a la vista el conjunto de los símbolos disponibles. Menos el que nosotros por ventura somos, y más cuando en nuestra vida se arrastran sin advertirlo demasiado, toda clase de memorias, debates, combates, encuentres y desencuentros. Ese destino quizás estaba esperando a un escritor y periodista sin el cual la Argentina sería aún peor en sus mañas carnavalescas, con sus Savona rolas apostados en el parlamento, en las señoras envueltas en sus inclementes delirios que piden sangre y fuego invocando religiones para usufructo de sus propias herejías.
Pero al haberse vacunado Verbistky y luego intentar explicarlo con un equivalente en el diario Clarín, fue en mi opinión lo que a veces suele llamarse una “tentación del oficio”. Un aluvión de comentarios donde locutores, foristas de los diarios, colaboradores de las instituciones de derechos humanos, militantes de todo tipo, desconcertados, o cuidadosos de no mover ni una pajita en este momento tan complejo, demostró que un error ya reconocido -y no en nombre de ninguna vanidad que si le incumbe, es la misma que siempre aflora invisible cada vez que hablamos-, provocaba tempestades. La oleada de críticas recibidas deja la idea de una sociedad resquebrajada aun cuando intenta restituir un sentido igualitario, lo que estaría bien si no hubiera un ensañamiento que tiene sus derivaciones políticas manifiestas. En verdad, lo único que todo ser humano solo posee, es una carencia última para explicarse a sí mismo. Eso le pasa al mozo de un bar, al cocinero, al ministro, al politólogo, al sociólogo, al odontólogo, al psicoanalista, al literato o al personaje público que cree que sus logros son un destino que llevaba oculto un premio exclusivo para el petulante que se cree Julio César. Vi la nota de Verbitsky de este domingo como la de un hombre apenado, que ha percibido las luces agoreras del abismo.
Personas que creían heridos sus derechos, entraban en el consentimiento universal de reaccionar ante el escándalo. y aquí viene la frase que muchos tomaron desde el inicio…. Mientras hay cincuenta mil muertos…etc.…etc. Una acusación gravísima, pero gravísima es la aciaga situación que atravesamos. Son muchos los que opinan que hay una Culpa vestida por el hombre que se encaminaba nocturnal hacia el Gabinete de Inyecciones Exclusivas Bajo la Mesa. ¿No es absurdo adjudicarle al autor de una trasgresión, una culpa que provendría de una estadística de muertos que, si analizamos con templanza la situación, sería pura demagogia pensar que es de responsabilidad directa de tal o cual vacunado de manera intempestiva? Pudo haberlo omitido como acto, pero un descuido inusitado no lo llevó a una abstención. ¿Un gran número de personas podría confundir una actitud inadecuada con una indiferencia general hacia el sufrimiento de los otros? Al parecer, esto está ocurriendo. Pero no parece que nadie tenga derecho a este tipo de enjuiciamiento inquisitorial, destinado al “enemigo del pueblo”. Deben saber que con esa actitud borran, también, no solo los latidos de una vida pública, sino los de una causa mayor, que lo sigue siendo. Es la de Argentina, los resultados que dejó el terrorismo de Estado, que aún hay que reparar. Y también los del Neoliberalismo, pues sus terminales nerviosas siguen activas en los subsuelos ya no sublevados de la sociedad argentina, y lo notamos en todos lados, en la conversación de los de la mesa de al lado del bar, en el cliente que está detrás nuestro en la panadería o en la desconfianza que reina en la selva de barbijos deambulantes.
Nunca es fácil advertir cuáles son las figuras anímicas que fundan la madeja entreverada que conforma la intimidad de una persona. Ha pedido disculpas, Verbitsky, por un actuar indebido en temas de vacunación que fue visto como un privilegio indebido. Estoy absolutamente atraído por la fuerza de ese argumento, pues hay una lucha por un elemento escaso y demoras en su distribución adecuada, si no fuese esta una fuerza que también hay que analizar. Y que nos propone varias reflexiones. Asombra el enjuiciamiento que reunió a un conjunto enorme de indignados, en especial los magnates de Clarín, cuyos privilegios tienen raíces profundas y no son la excepción de un día, sino que son el cemento diario en que se mueven. ¿No es necesario pensar en las personas mayores de la ciudad de Buenos Aires que, protestando con toda razón, veían caer el sistema informático donde deberían anotarse? Esto equivalía a la caída de una esperanza de vacunación que para muchos adquiere ahora una aureola de donde debería salir el Arcángel Gabriel anunciando la decisión sagrada de la inoculación exenta de cualquier aspecto brumoso, con laboratorio al servicio de la vacunación “socialista”, sin nubes malignas y perturbadoras. Pero no. La cuestión era seguir sacando provecho del deterioro de la política como vida emancipada de telarañas que sudan el fino odio de su moralina implacable.
Las causas que hay que investigar no recaen sobre una persona en particular, sino en las condiciones en que se mueven las fórmulas de las finanzas y la economía informatizada en todo el planeta. La vacuna, en su desarrollo y transporte, no es obra de la imaginación científica transparente, sin procesos de fabricación exentos de los condicionamientos de un régimen social determinado, con procesos de investigación que se atienen a normas científicas que como vimos durante todos este período, fueron objeto de un arduo debate, y sobre todo con normas de distribución que son opacas y extremadamente dudosas, teñidas de fantasiosas especulaciones y sometidas a un pensamiento primitivo que juzga su eficacia por los criterios a los que llegó un conocimiento no exento de razones llamadas “ideológicas”. Si es que estas fueran aluna vez extirpables de la conciencia humana, no es este el caso. La ciencia se ejerce entre decisiones políticas, esquemas de decisiones y distribución regidos por lógicas equivalentes a las del mundo corporativo, financiero y de acumulación de poder que es en que realmente vivimos.
¿Tiene sentido llamar socialista a la distribución de Vacunas, en el sentido que le toca al pobre y al rico por igual? Aun si fuera así, si no hubiera nadie el mundo fuera de una lógica de cumplimiento igualitario que acate los turnos -que son los tiempos jeroglíficos e inesperados que nos tocan a cada uno en el cumplimiento de reglas- las mentes moralizantes buscarían culpables. Es lamentable que el caso de Horacio ocurriese con una persona pública que hace más de medio siglo creó un oficio, una escritura y una pasión que actúa de distintas maneras en la imaginación lectora argentina. Todo ocurrió -pues hay que decirlo, Horacio no es una persona fácil, es decir, posee una voluntad política drástica, vehemente- como para satisfacer a quienes querrían verlo incinerado en la hoguera de vanidades por voluntad propia. ¡Qué diablos! ¡Que Verbitsky no sacara más su fundamental Revista! Decisiva en lectura política y en la lectura que hereda en el país las corrientes de ideas más vivaces respecto a la vida social no coaccionada por monopolios del sentido. Querían las jaurías moralizantes aplazar para siempre a Verbitsky, que se ha disculpado. Retoma su tarea con heridas. Pero le cuestionan incluso la forma de disculparse. Nada será fácil. Se produce por este episodio la caída de un buen ministro. Pero la preocupación que nos embarga es la de que en el país se despierte, tan rápido, una suerte de floración de esas fraseologías moralizantes que nos dan la ansiada clase de cómo ser una persona “tan buena como yo”, al mismo tiempo que se destruye la posibilidad de conversar de otro modo sobre un tema crucial. La recreación de una vida pública como ética visible en acción, como una filosofía de la praxis, no como una denuncia fantasiosa de los guardianes de una ley sobre la que han escupido a lo largo de una lóbrega historia.
Buenos Aires, 21 de febrero de 2021.
*Sociólogo, ensayista y escritor. Ex Director de la Biblioteca Nacional.
65 Comments
Acuerdo y difundo
YO BANCO A VERBISKY por la crudeza de la verdad… ES PREFERIBE LA VERDAD AUNQUE DUELA ….. AL ESCRACHE DE LA ESCONDIDA… Esta sociedad quiere la verdad. pero no quiere decir la verdad.. como es el tema.:??? ..»mentime que me gusta»…!!!
Comparto lo que dice Horacio y sin escribr con l riqueza que el lo hace me he expresado en los grupos que participó apoyando a HV, comprendiendo su dísculpa.
Y sobre todo valorando su historia. Una persona que tiene una trayectoria enorme en la lucha en defensa de los derechos humanos no pasa a ser un bicho despreciable porque pidió un turno a su amigo Gines para vacunarse.
«¿Es el “enemigo del pueblo”? Si alguien fue capaz de decirlo… no se tomó el trabajo de consultar lo inverosímil de sus anatemas…» Yo sí me tomé el trabajo de consultar lo inverosímil de sus anatemas. Lo hice porque el caso del Soldado Ledo lo sentía muy próximo a mis experiencias de vida. Mi primera sospecha sobre verbitsky fue su accionar «traído de los pelos», allá por el 2014, contra el Papa Francisco cuándo la derecha comprobó cual era la propuesta. Lo señalé a mis amigos con preocupación y con cautela porque la figura de verbitsky era un referente de los DDHH. Y comprobé para quien operaba verbitsky con su ataque sin pruebas y con falsedades, junto a magnetto y a mitre, contra el Tte.Gral.Milani. A verbitsky no le importó ni la carrera ni la familia de su víctima, y mas grave aun es que el perro selenita boicoteaba la consolidación de unas FFAA Sanmartinianas que era la propuesta. Esta rata del tipo «lenin moreno» violó el más elemental de los DDHH que es la presunción de inocencia. En fin, si bien esta realidad de hoy es muy dura para los que verbitsky engañó con maestría (a muchos valiosos compañeros militantes) más duro e irreversible es el daño que ocasionó con los miles de niños muertos por desnutrición por su perversa hijaputez.
No te preocupes Horacito… Yo entiendo a Clarín como el cáncer de nuestra Nación… Y lo mismo, entiendo que Verbitsky no tiene código alguno de mínima y de máxima, con su sólida inteligencia, atentó directamente contra el ministro de salud. Por qué un hombre de su pensamiento solicitó el privilegio? Por qué lo aceptó? Por qué lo reveló? Habla tan claro de esta persona todo esto… Incluso, para un kirchnerista como yo.
A mí me pareció muy miserable la actitud de Verbitsky, cuando contó por radio, alegremente, que se había vacunado por su amistad con Ginés en el Ministerio de Salud. Lo sentí como una burla a todos nosotros, casi como contar plata delante de los pobres. No es el único que tiene o tuvo enfermos en su familia. Y tampoco me pareció correcta la actitud de Ginés. Esto no significa que me olvide de todos los textos y artículos que leí de Horacio. Pero en esta situación tan desgraciada para todos, se equivocó. O se sintió muy importante. No lo sé, no lo conozco.
Pero, me preocupa más el desastre del gobierno de la Ciudad con la cuestión de los turnos. Y las dificultades para entrar en la página o ser atendido en el 147. Eso es imperdonable. Solo deseo que la gente no se olvide del desastre de todo lo que hizo la ciudad en relación a las vacunas. Entre otras cosas, empezar las clases sin vacunar a los docentes. Creo que sobre este tema es necesario insistir.
Y Verbitsky, se arreglará solo con sus desafortunadas palabras.
Extraordinario!
No es la humana flaqueza de Verbitsky de acceder a vacunarse «salteándose la cola» mediante el usufructo de una relación personal con «su gran amigo Ginés desde antes de ser ministro..» lo que me produjo más estupor y consternación después de escuchar su, por momentos, divertido relato. A lo que no puedo hasta el día de hoy encontrarle una justificación–que no creo pase por un acto de ingenuidad, exceso de ego o falta de evaluación de daños colaterales–es al hecho de desconocer que en el cómo de su «auto inmolación» pública se estaba cargando a su «gran amigo»… Con amigos así…..madre mía!
Por otra parte, no justifico la actitud del ministro, con sus años de político y trayectoria destacable, me da mucha pena esta caída del telón en su carrera.
Y por último, para no abundar ni redundar en esta catarsis que parece se nos hace inevitable, alguien me puede explicar un argumento válido para bajar del avión a Taiana cuando por ej, el ministro Guzmán, vacunado también, (como por otro lado debe ser) siguió en la comitiva…??? No hay un poco de sobreactuación discrecional en todo esto, que está dando pasto a las fieras carroñeras cínicas, hipócritas, despreciables…(y la adjetivación que se quiera agregar)
Gracias Lilia. Publicado!
Con todo lo que aprecio tu trabajo y el de HV hay que reconocer la capacidad autodestructiva de El Perro,ni voy a citar a Bayer y mis pensamientos. Estoy hablando desde el campo popular que defiendo desde 1983 cuando empecé a votar, desde este lado del río, HV él mismo provocó su fin por mucho que les duela a muchos, a vos o a mí. Estoy con Linera, lo que no se puede, no se puede. Se equivocó HV, se equivocó Ginés y en sus errores le dieron pasto al enemigo
Celebro a Alberto.
Es tan esclarecedora la palabra de Horacio Gonzakez, tan necesaria!, como tambien la de Verbinsky, es de esperar, que tomemos nota de creernos y erigirnos en jueces, capaces de comprender al toque y dar nuestra opinion opinion muchas veces atomondrada e insulsa.
Horacio, aquí el enemigo del pueblo fue Gines. Igualmente, es mucho lo que se pierde y se incrementa la desconfianza en la democracia que la soberbia nunca valoró, podremos alguna vez conversar de otro modo?
Indispensable reflexión qué elanatems fácil y la búsqueda de chivosexpiatorios no tuve el raciocinio.
Siempre me deslumbra lo bien que escribis…..hermoso y valiente artículo!!!!
Gracias por ponerle palabras a lo que yo pienso en estos días!!
Este sesudo e inteligente análisis no lo leerán los que ya han muerto. Ni lo leerá el pueblo inculto, verdadero soldado anonimo de esta batalla. El cual ve con espanto que cayó uno de sus mejores «Generales» el grán ministro que teníamos. Todos somos la misma carne. Todos nos equivocamos, y debemos perdonar. Cuando el enemigo pierde un soldado lo repone facilmente, tiene muchos. Cuando lo perdemos nosotros nos cuesta muy caro.
Excelente respuesta.
exactamente ! (Y)
Estoy de acuerdo con ud.
Ha sido sumamente desagradable la forma en que reaccionó la mayor parte de la gente , como si la vacuna de HV fuera la causa de que tantas personas no se puedan vacunar, es absolutamente irracional e injusto.
Una persona de su trayectoria no se lo merece. Es doloroso la poca memoria de la gente. Y la manera de actuar con violencia en la vida cotidiana . He leído mensajes tremendos en las redes .
Cuanta erudición ! Cuánta sapiencia literaria al servicio de la defensa de una actitud condenable y deleznable por donde se la mire.
No es sólo Verbitsky. Es Ginés. Vizzotti. Los secretarios. Los enfermeros que aplicaron las vacunas. Los «hijos de» sub 30 que posan para la foto haciendo la V mientras ponen el brazo izquierdo y ensayan una justificación endeble.
No importan los embebidos de moralina que salen a criticar.
No sólo es ser. Es ser y parecer. Es dejar de pegarse tiros en el pie constantemente. Es dejar de darle de comer a esos que tantos párrafos tan bien escritos le dedicó el autor de la nota.
Me considero peronista. Voté a Alberto. Voté a Cristina y a Néstor.
Pero estás cosas desilusionan. Destruyen la confianza. Dinamitan la esperanza de que algún cambio positivo es posible.
Leo con interés y quizá haré una relectura del texto de González maestro comptometido y esclarecedor. Considero su análisis imprescindible para aplacar nuestras desilusiones y comprender a Verbinstky por lo que.fue, es y será un periodista-pensador y valiente a lo que no correrán de su lugar y nuestro respeto y cariño
Me encantó la nota, profunda y compleja. Es muy difícil en este momento, que tú reflexión, Horacio, sea aceptada completamente. Si comprendemos que no somos excepcionales y aceptamos que la moral o la ética personal, se amolda a conveniencias de la hora, posiblemente no caigamos en la crucifixión del otro, eximiéndonos de toda bajeza. Los humanos actuamos y sí, muchas veces nos equivocamos. Creo que es urgente un balance que nos dé un resumen, para no seguir con la maldita autotortura
Me permito disentir con quien perdió el tiempo escribiendo tanto.Haciendola cortita , Verbistki es un periodista avesado, irónico,cruel ,burlón.No importan sus años importa q siga el.orden de un ciudadano común q tiene q anotarse y esperar su turno sin importar q tenga como ese Sr 80 años.No x ser Verbistki le corresponde saltar la cerca como hacen los amigos del poder,es un militante montoneto y así actuó.No hay justificativo alguno para su accionar ,solo demostró q para los amigos del poder todo para el resto q esperen .
Comparto totalmente los dichos de Mabel y agrego q’ quien asume el rol de juez y tanto más sin serlo, debe una conducta sin reproches porq’ no existe ningún límite a sus excesos.
Exacto
Gracias maestro estaba esperando su opinión
Se espera de aquellos a quienes respetamos conductas virtuosas, E convierten en ejemplo y en contraparte le brindamos lealtad. O de Verbisky fue duro tal vez porque no pensamos que borrará con el codo todo lo que sostenía con su pluma.
No es más grave que eso y tan grave como eso. De Macri y su pandilla no esperamos más de lo que son. Pero con aquellos a quienes admiramos resulta poco digerible que tengas pies de barro
hermoso cimentario pero eso no se le hace a un amigo
lindo analisis pero prefiero un en migo a un amigo como verbistky
Lejos de «las jaurías moralizantes», me resulta demasiada verba con el fin de minimizar el costo a lo que además de repudiable tiene un gran costo ético y político, la inteligencia de HV, inexplicablemente, fue a parar a la cloaca, el daño que provocó lo veremos con el correr del tiempo.
Lectura y voz necesaria. Aun así. Y sabiéndonos falibles. El proyecto es primero. Y Horacio Verbitsky , de quien me cuesta mucho aceptar semejante ingenuidad respecto de tamaño privilegio, le ha hecho daño al proyecto. Lo siento por Ginés, que estaba haciendo una tarea importante. Alberto hizo lo que debía (en este caso), le reclamamos mismo nivel de energía con otros ministros, mesas de enlace y formadores de precios, por ejemplo. La foto parece muy simplificada. Y el daño hecho está. Tocará bancar la horda de trolls ahora con el dolor de la caída, que por ser de propios, nos lastima a todxs.
¿Sociólogo, ensayista y escritor?. Agil pluma para explicar lo inexplicable.Tristísimo.
Como siempre una reflexión de Horacio Gonzales un intelectual comprometido con el campo popular.
El solo hecho de no publicar mi comentario, define el grado de inmoralidad que los caracteriza.
Cuál, no lo vemos
Mi querido amigo ,estoy en su situación ,esta gente está preparada solo para afines .esto necesitan siempre para su relato …de ahí la necesidad de sus Dioses , tener justicia por la mano amiga .lo de este personaje Vervisky y tantos otros ,los coloca en el lugar real Miserables Cobardes ..
Gracias!!, Horacio no sabe cómo esperaba su opinión.
Ante todas las dudas posibles, desconfío de las personas tan puras que no admiten errores en los demás .Antes de encender hogueras , veamos quien está juntando la leña solapadamente y quien se beneficia con la destrucción de la reputación de este hombre.
Perdonen, el texto me parece demasiado largo, demasiado erudito y, sobre todo no explica ni justifica lo más importante. Que se haya vacunado fuera de la cola, vaya, es humano, pero, ¿él, mente brillante, no previó que estaba poniendo al que llama «mi amigo» en una silla eyectable? Esa es la parte que no crei y lamento.
Apología de H.V
En verdad no salgo del asombro de tal esmero de Horacio González en casi beatificar al «perro» Verbitsky. Supone en su cuasi encíclica que las «ansiedades malogradas» de parte de la población han utilizado como «chivo expiatorio» al mismo.
Agrega: ..»periodista sin el cual la Argentina sería aún peor..». También habla de..»una acción levemente fuera de norma..»
HV es una referencia del poder actual, negarlo sería ingenuo o también esquivo como todas las acciones que Verbitsky ha negado en su historial y contradecido en actos judiciales y con compañeros históricos.
Vale releer debates con Galimberti, Zverko. O denuncias de Levinas sobre su prólogo de «Poder Aéreo de los Argentinos» de 1979 , cuando ya tenía 37 años, que siempre negó.
Mejor urgar en la Carta de Osvaldo Bayer al perro Verbitsky del 4 de enero 2003 donde lo describe de cabo a rabo, su accionar y lo califica de «DENUNZIANT».
Si alguna certeza existe sobre HV es su zigzagueo constante y falta de responsabilidades pretéritas negando su accionar.
Algunas cuestiones para sopesar ante tanta caterva de alabanzas y justificaciones.
Por otro lado, no es H.V ; la cuestión es el tráfico de una vacuna para los amigos, para la aristocracia dirigente , aquella que es incoherente con lo que dice pregonar en sus actos.
Si el poder transitorio te crea la idea de ser el dueño de las personas y las voluntades. NO ENTENDISTE NADA.
Te parece asombroso el análisis de Y.G. y te apoyas en denuncias del payaso de Levinas?Me parece que tenés un quilombito en la cabeza…
Gracias, Horacio. Coincido totalmente y celebro la continuidad indispensable de El Cohete a la Luna. Y cuántas almas puras! If! Abrazo
Enemigo del pueblo..? .. a la pucha sra jueza
Si, todo bien, pero el análisis más sencillo, el que el pueblo realmente entiende, es «…. mirá, que querés que te diga, son TODOS iguales…» Lamentable lo que pasa desde siempre en nuestra Argentina.
Por que no se jugó de la misma manera contra el gobierno liberal. Porque contra este. Será que quieren ayudar a las eleccionrs de Cambiemos??? Del regalo de 2.200 millones de dolares a Paolo Roca sin licitacion por entrega de Vaca Muerta nada de nada. Y tantas otras. La hipocresía de V siempre es notoria.
Esperaba un texto elucidatorio me cago en dios
Tanta erudición, tanta retórica, tanta comprensión para reivindicar a quien no dudó en entregar a un patriota como Ginés. Estoy al borde de la decepción, estimado HG
Intente leer todo el artículo, pero demasiada ensalada para justificar una acción de alguien que se nos presentaba como un ejemplo de «buen ciudadano». Rompe las pelotas las justificaciones de su «viveza criolla», contada con sorna.
La manera que eligen para tapar esto «les molesta esto, pero con Macri…». Deben dejar de leer a la sociedad de manera binaria : macrismo / kirchnerismo. Macri hizo lo necesario para no ser reelegido, no está más, se fue a los Abrojos. El oficialismo dijo que venía mejor que antes. ¿? Y esa promesa en esta acción no se ve.
Excelente reflexión Horacio, ojalá pueda servirles a quienes tienen que actuar y gestionar desde nuestro campo popular. Pero los actores y actrices actuales son productos de un mundo neoliberal muy profundo que ha instalado este pensamiento neo conservador moralizante y que también atraviesa al campo popular. Gracias x tu reflexión, la necesitaba.
Preclars explicacion de quien se asume como voz del pueblo.
Me peegunto. Lo entenderan?
En otras palabras. «Hacela mas clara men»!!
Alberto Fernandez, sin dudas no tenia otra alternativa que destituir a Gines, lo hace con autoridad y sin vacilaciones, Se equivocan el Ministro y otros, ademas de HV. Es de aplaudir la rapida toma de posiciones… y aqui confirmo mis dudas, admitiendo que fue un hecho sencible y que le da motivos a la oposicion y al sector importante de la pequeña birguesia trucha… debemos admitir y a la vez exigir al Presidente, su parsimonia y falta de desicion para afrontar los verdaderos y graves problemas que nos aquejan y que para ello los votamos y donde no parecen actuar con mucha desicion. Todos sabemos de que se trata …No investigar el escandaloso blanqueo de la deuda externa y acordar su pago sin ningun reclamo o busqueda de responsables. La liviandad con que se encara la necesaria reforma judicial , que permite el fortalecimiento de Comodoro Pi y sus nefastas consecuencias. El abandono del affaire Vicentin, y hacer la vista gorda, a continuacion, a los mas de 20 puertos clandestinos en la cuenca litoraleña, donde los terratenientes y Cerealeras contrabandean granos a Paraguay, Uruguay y Brasil libremente. El Correo, el Espionaje ilegal, la Energia eolica….etc etc.
Finalizo, tendria otros elementos para mencionar,pero…EL PODER NO ES PARA CUALQUIERA
Qué pasó. Hoy 23 de febrero y un solo comentario. El de una tocaya y el mío. Que ahora que se aclaró todo no hay más energúmenos y enegumenas dando opiniones moralizantes y aleccionadoras. Y clarinescas. Ginés y Horacio son amigos. Se quieren por así decirlo. Sin embargo sin saberlo se jodieron mutuamente. Horacio por miedo a morir o enfermar no pudo esperar un turno en Caba. Y lo entendemos. No sea cosa que esta vez me toque a mi la muerte y para colmo cuando la vacuna ya llegó. Para que esperar más. Mejor pido un turno. El otro, Gines, debe de pensar. Que hago, si no lo dejo vacunar y después enferma y muere, que me van a decir sus hijos. Y nietos. No estoy dispuesto a eso. Y punto. Si eso puede desandar la muerte o la enfermedad de personas queridas y no tanto. En fin. Tal vez Ginés en su excesiva excelencia como sanitarista y a pesar de todo le salvó la vida a Horacio Vervinsky y a Chiche y a Eduardo Duhalde. En la lista no estoy. No se preocupen detractores de m.
Ni una sola palabra de critica para los integrantes del gobierno que usaron la vacuna como si fuera propiedad personal de ellos?
Negar que la declaración haberse salteado el orden fue una clara operación política?
Ese enorme escrito exculpatorio a la vez de Verbitsky y del gobierno?
Entonces si exculpamos a Horacio no hay ningún ilícito?
Raro, no?
Gracias por comerse mi nota. Demuestra lo que son.
Excelente nota de Gonzalez. Concuerdo en un todo su valoración de la historia de Verbitsky. Pero sigo enojado y definitivamente con el. Su vanidad o cualquier otro elemento que desconozco sirvió para la expulsión del mejor Ministro de Salud desde zRamon Carrillo. El daño causado por HV es irreparable.
La extensisima defensa de HV que hace Horacio Gonzalez me resulta de un verdadero exhibicionismo culturoso, que ademas dialoga con los criticos de la derecha lo cual no es demasiado complicado de hacer, pero no con quienes desde el campo nacional y popular dudamos y mucho sobre a que jugo Verbitsky con esta declaracion. Es muy sencillo proponer centrar la mirada en los funcionarios, pero el enorme daño lo hizo HV al darle al tema una entidad politica, porque no le falta sagacidad ni inteligencia para saber muy bien el alcance de lo que estaba haciendo, ni el ni nosotros comemos vidrio. Tampoco me cae bien que HG lo gaste y se burle de Iñigo Errejon sacando sus declaraciones del contexto antifascista en que las pronuncio, al estilo de como se burlaba su defendido del querido Fray Antonio Puigjane a quien llamaba «ese cura lumpen» pero que no tenia financiamiento de nadie -porque no lo necesitaba- para acompañar durante años a las Madres todos los jueves en su ronda de Plaza de Mayo. Lo que hace falta estimado HG, es ir a algo muy concreto y dejar de lado tanta voltereta: demostrar que no serian ciertas las gravisimas acusaciones hechas por Osvaldo Bayer hace años y retomadas hasta hoy por otros que respetan el legado de ese ejemplo de etica y que hoy toman total actualidad para dialogar con ellas.
Hola La Tecla, es la primera vez que publico un comentario. Lo hice recién en «Responder», como desconozco la mecánica y criterios, y no lo veo publicado no sé si les llegó. Gracias
…» una suerte de floración de esas fraseologías moralizantes que nos dan la ansiada clase de cómo ser una persona «tan buena como yo»».
Ayer subió un señor aspecto y atuendo de garca gorila. Viaje corto. Ambos somos los próximos en vacunarnos. Jubilado como profesor de la facu de derecho. Quejándose de su escasa jubilación. Le digo que me parecía obsceno comparando con lo que cobran los jueces, especialmente los supremos. Aclaro que soy muy cuidadoso porque vivo de los pasajeros. Por supuesto acusa a este gobierno «peronista». Hace 5 años que está jubilado. Llegando a destino le hago la pregunta sobre la enfermedad de la justicia nuestra y me contesta algo lógico: 60 % normal 40 % jodido. Imputa la enfermedad al kirchnerismo. Yo me voy bien atrás y le digo que desde 1955. El desde 1945. Nos despedimos. Este señor amasó, fermentó el cerebro de miles de estudiantes de derecho con un antiperonismo ya ridículo. Lo que quiero decir es que luchamos contra una falsa verdad que aún hoy se repite acríticamente. Somos una colonia yanqui, como toda centro y sudamérica, menos la dignísima Cuba y la sacrificada Venezuela. A Bolivia ya la están bombardeando la clase media no indígena. El Perón de 1955 no es el de 1945 y menos el de 1974. Que en mi país bombardeado el 16/6/55 sin responsables detenidos y juzgados. Sometido desde hace décadas por el FMI y sus socios nativos. Con animales desaforados, deshumanizados secuestrando, torturando, matando clandestinamente a compatriotas luchadores, que, con avances y retrocesos, sí fueron detenidos y juzgados desde la década del 80 hasta hoy, se subleven por que HV se puso la vacuna es ponerse en ese lugar de persona «tan buena como yo». Todos los que se olvidan de 1955 y 1976 y 2015 son traidores. Como algunos opineitors ut supra. Como el mediocrismo periodístico que se esfuerzan en acomodar su discurso a lo que le exigen su amos, locales e imperiales. Intento preservar mi pequeña independencia intelectual. HV es para mí un insumo importante. Como a todos los que leo, en el caso de él le puse un entreparéntesis por, quizás, sus vínculos con el sionismo.
Nadie, nadie, es perfecto. Me pareció perfecto que el domingo pasado ECALL no abrió el espacio para los comentarios. Era darle una oportunidad a la jauría sobornada y a la jauría ignorante. Al Alberto lo ví más desenvuelto en Méjico. Vivo buscando lucecitas que iluminen mi optimismo que continúa sólido. La jauría pregona el desaliento. No hay que darle bola. Vamos en buen camino.
Es la primera reflexión sutil y de calidad. Claro es de Horacio González, que está lejos de dejarse atropellar por la maquinaria moral del multimedio y de los cinco títeres ideológicos que laburan ahí. Enormes gracias
Brillante Horacio.Gracias.
Si alguien en el país puede decir y jurar que nunca hizo nada de lo que se avergüenza o arrepiente, por favor que lo diga y que le hagan todos los reportajes, elegías y homenajes que pueda hacerse. Y si alguien con miedo no actuó aunque sea un poquito más allá de su conciencia y sus valores individuales, también o más. Fusilar a HV es ya no exagerado sino brutalmente hipócrita y «conveniente» para muchxs «interesadxs». Sobre todxs quienes puedan fantasear con que quede vacante el espacio de mejor periodista de investigación del país, para que no haya más señalamientos molestos que sólo pude hacer Verbitski con la seriedad profesional que es su marca. Para muchxs señaladxs es muy liberadxr que «maten» a HV. Muerto»el perro» se acaba la rabia. Pero se olvidan que es el Perro con mayúscula, que va a salir de ésta, que un error,, unadebilidad, incluso una gran cagada como ésta no borran ni una historia, ni unnprestigio ganado por su trabajo excepciona y no sólo con»su pluma y su palabra» sino con su hisoria de vida y militancia, por su acción en defensa de los DDHH, con su capacidad crítica que puede ser molesta para propixs y ajenxs porque son desconsideradamente sinceras. HV admitió en primera persona un «pecado» que evidentemente le pesaba, y probablemente desarmó o evitó algo mucho más grande y grave. Qué sensibles que estamos todxs por un «colado» arrepentido, y qué solxs nos sentimos muchxs cuando desaparecían nestrxs familiares, cuándo peleamos casi desnudxs y sin armas contra los estragos del menemismo, contra laimpudicia del macrismo….. No embromemos, Horacio es un imprescindible…. Ginés también. Espero leerlo connla misma fuerza en su cohete (regalo de Macri! ) y escucharlo pronto en otra radio. Toda mi solidaridad al «pecador»…
Hv es una celebridad. Un tipo importante. Puede pensar con cierta eazonabilidad que mereciia vacunarse ya. Lo llama a su amigo ggg y le pide vacunarse el amigo se lo concede ….lo que no entiendo es por qué locuenta….qué lo obligó a contarlo…..
Acho ¿pero no eran unos cuantos mas los «vacunados vip» que birlaron la fila? ¿no estas de alguna manera reduciendo el fenómeno al focalizarlo sólo en quien destapó la olla? algo huele mal en Dinamarca…
Buenas, siempre me cuesta entenderlo al Sr Gonzalez por su exceso de elegancia al escribir, pero creo que lo que no entendio él fue no el acto de vacunarse como vivillo sino porque contarlo asi, sin medir las consecuencias. Como se justifica esa accion?
Me parece que el autor de la nota mediante sus habituales piruetas semánticas intenta minimizar el estropicio gubernamental del vacunatorio vip. un exceso de talmudismo no logra opacar un monóculo persistente y petrificado.