“Si Cristina queda atrás… ganamos todos”, es el slogan publicitario de la candidata a senadora por la Provincia de Santa Fe por Juntos por el Cambio, Carolina Losada. En este artículo el psicoanalista Sebastián Plut analiza el texto utilizado en la campaña legislativa que, a priori, evidencia la ambigüedad con la que busca manifestarse el discurso neoliberal.
Por Sebastián Plut*
(para La Tecl@ Eñe)
Quienes estudiamos el discurso político sabemos que, quizá como todo tipo de discurso, tiene una complejidad que le es inherente. Sus procesos de elaboración, las fuentes en que se originan las frases que, luego, se expresan, el alcance e impacto de estas y qué representan, son algunas de las dimensiones que pueden ser examinadas. Lo que atraviesa al discurso político, insisto, es su complejidad, su configuración laberíntica, que se hace evidente aun en la proferencia que se pretende simplista, banal.
La candidata Carolina Losada despliega su campaña legislativa con un peculiar afiche.
Su imagen se observa en primer plano y, detrás de ella, Cristina Fernández de Kirchner, de quien puede verse solo la mitad de su rostro. El texto del afiche, debajo del nombre apocopado de la candidata (“Caro”), dice: “Si Cristina queda atrás… ganamos todos”.
Por el momento, lo que Losada parece haber dejado atrás es un largo y cambiante recorrido mediático, que incluyó el abandono de dos carreras universitarias, ser modelo de la agencia de Pancho Dotto, participante de un videoclip de Luis Miguel y periodista en una extensa serie de programas de espectáculo, deportes y noticias.
Sin embargo, no se trata aquí de analizar la trayectoria de quien se propone como senadora por la Provincia de Santa Fe por Juntos por el Cambio sino, más bien, de reflexionar sobre la curiosa retórica política que se expresa en esta nueva pieza del marketing neoliberal.
Dos sujetos, un propósito y un desenlace son los tres elementos de la estructura del mensaje: la candidata propone que la vicepresidenta de la Nación “quede atrás” para que, así, ganemos todos. El núcleo de su gramática, entonces, revela la presunta significatividad de una dimensión espacial, “atrás”.
En esta misma revista (1), hace unos dos años, examinamos los modos en que solemos recurrir a figuras espaciales para distribuir idealizaciones y prejuicios (alto/bajo, derecho/torcido, derecha/izquierda, adelante/atrás) y nos detuvimos, bajo un conjunto de hipótesis freudianas, en dos expresiones de Mauricio Macri: “caer en la escuela pública” y “es por acá”. En un caso, el expresidente sinceraba su desprecio por lo público y, en el otro, persistía en su balbuceante ambigüedad cuando debía exhibir su proyecto político. “Por acá”, pues, era y es la marca de quienes no ven “más allá” de sus propias narices.
Pero volvamos a Losada y su afán de dejar atrás a CFK.
Debemos confesar que tenemos más interrogantes que conclusiones y, en gran medida, eso se debe, una vez más, a la ambigüedad con la que busca manifestarse el discurso neoliberal.
Recordemos la frase (“Si Cristina queda atrás… ganamos todos”) y, entonces, algunas de nuestras preguntas son:
¿En qué posición se coloca Losada al tomar como referencia a una integrante del Poder Ejecutivo, si aquélla es candidata para formar parte del Poder Legislativo? Quizá, se me responda que CFK preside el Senado, pero la elección, huelga la aclaración, no se dirime con ella.
¿Quiénes son “todos” los que ganaríamos? Dicho de otro modo, ¿qué destino le está dando Losada a la mayoría de los argentinos que votaron la fórmula presidencial que ganó las últimas elecciones de 2019? Como sea, no parece estar incluyendo a un significativo número de compatriotas.
¿Por qué no dice lo que propone para “adelante”? En efecto, aludir únicamente a lo que debería quedar atrás, no es sino una estrategia para silenciar lo que, con ella, tendríamos de cara al futuro. ¿Tendrá proyectos inconfesables? No lo sabemos.
¿Qué es atrás? O, más aún, ¿qué significaría que CFK “quede” atrás? Como adverbio espacial puede fungir de marca temporal, como cuando se transcribe así la referencia al pasado. En tal caso, la aspiración política y legislativa tendría esa meta, que CFK sea parte del pasado (si llegara a ser electa, imagino que se sorprenderá al verla en el Senado). Como sea, el término atrás responde a una pregunta (¿dónde?) y, por lo tanto, inferimos que, llamativamente, para orientarse Losada precisa mirar a CFK. Podemos expresarlo así: “Caro” sabe dónde es “adelante” solo si mira dónde está CFK.
Hay otras alternativas superpuestas con las recién mencionadas, ya que lograr que alguien “quede atrás” es expresión de un espíritu competitivo, de quien se propone una carrera y pretende llegar antes que otros. Pero entonces, ¿cómo es que ganaríamos todos si nos plantea una competencia? ¿Será una contienda al modo de los juegos del hambre?
Agreguemos otra versión connotada: en la moral de la espacialidad “ir por detrás” es la descripción de un personaje traicionero. Y no hace falta la campaña de Losada para que, a diario, escuchemos a los periodistas amigos de Losada decir que CFK está “detrás” de cuanta conspiración terraplanista puedan inventar e imaginar.
Finalmente, resta considerar los no menos curiosos puntos suspensivos que integran la frase del afiche. ¿Por qué Losada interpone los mentados puntos entre atrás y ganamos?
Como su nombre lo indica, tienen la función de crear un suspenso, de autointerrumpirse y excluir un segmento del propio pensamiento; se deja de decir algo. Asimismo, son la evidencia de que quien habla no sabe cómo seguir, se encuentra desorientado/a. En todo caso, diremos que cuando promete que todos ganaremos, en rigor, no sabe (o no puede) decirnos a dónde llegaremos si CFK queda atrás.
Para finalizar
Recientemente, Losada afirmó que “algo hay que hacer con lo que está pasando, sobre todo en la provincia de Santa Fe, donde los chicos sueñan con ser narcos o sicarios”.
En favor de nuestras hipótesis sobre su desorientación, notemos que vuelve a referirse al “donde”. Más allá de ello, personalmente, no poseo estadísticas acerca de cuántos niños de esa provincia han sido reclutados por el narcotráfico, aunque independientemente del número, lo que podemos decirle a la candidata es que, sin ninguna duda, cuando los chicos sueñan no lo hacen con ser narcos.
Referencias:
(1) https://lateclaenerevista.com/retoricas-de-la-espacialidad-por-sebastian-plut/
Buenos Aires, 2 de agosto de 2021.
*Doctor en Psicología. Psicoanalista. Director de la Diplomatura en el Algoritmo David Liberman (UAI). Miembro Fundador del Grupo Psicoanalítico David Maldavsky.