Jorge Alemán comparte el análisis de su apoyo a Juan Grabois y propone para luego de las PASO, a las cuales hay que ingresar, una unión virtuosa que ambos espacios deben lograr ante el avance de una ultraderecha que tiene una capacidad de daño como ninguna otra en el mundo.

Por Jorge Alemán*

(para La Tecl@ Eñe)

He firmado mi apoyo a Juan Grabois porque creo que su lectura del Capitalismo actual es la correcta. El mito industrialista del peronismo clásico no se hace cargo de la financiarización definitiva del capitalismo y de la destrucción que ha implicado este hecho en relación a la soberanía popular y la representación política. Ningún desarrollo productivista, por inclusivo que sea, puede revertir esta cuestión determinante.

Ésta es, entre otras razones, lo que ha hecho posible que los antagonismos clásicos, por ejemplo, el de clase trabajadora u oligarquía, para emplear un clásico del peronismo, hayan perdido su fuerza operativa de otros tiempos. Aunque sin duda aún se conservan en estado de latencia. Sin embargo, pedirle al peronismo que se desprenda de su mitología de la movilidad ascendente de los sectores populares y de su acceso al consumo, sería pedir su autodisolución. Gracias a que la dinámica peronista está construida en relación a un vacío imposible de colmar (y por ello su increíble capacidad de supervivencia histórica) es que siempre permanece abierto a sus posibles transformaciones. Grabois es una de las últimas, es un acierto que juegue su carta en el interior del peronismo en nombre de los que, por distintas razones, no se podrán insertar en el mercado clásico y formal. Por ello, propone tres patas en la economía actual: el mercado, el sector público y la economía popular, aún por explorar en su potencialidad.

A su vez, no se pueden eludir las señales de peligro real que se ciernen sobre la Argentina desde una ultraderecha que tiene una capacidad de daño como ninguna otra en el mundo. Pues se trata de una ultraderecha (y no hablo de Milei) que posee el suplemento terrible de estar apoyada por el Imperio. Mientras que en Europa, la Unión Europea se siente al menos incómoda con las ultraderechas, en Argentina contarán siempre con el apoyo norteamericano. Por ello ya se permiten amenazar directamente con la represión social y ven a Jujuy como su primer experimento.

El espacio de Massa y el de Grabois deben lograr juntos que los distintos sectores populares conecten los infortunios actuales con la Deuda generada por el macrismo. Una conexión que para muchos todavía no es evidente. En este punto deben estar conectados solidariamente desde el inicio. Y obviamente luego les toca a ambos espacios lograr una coalición virtuosa. Para ello debe ingresar en la atmósfera de los votantes de las PASO una serenidad intensa, por paradójica que sea la expresión.

Multiplicar insultos, sacar a relucir ahora viejas historias, sólo sirve para confirmar un imaginario destructivo que lo único que promueve es la nostalgia de volver a los años de oro. Se impone saber que ya no hay sitio para volver, en todo caso sí hay un legado que custodiar y un problemático futuro que defender y construir.

Para ello se debe ganar.

Ya vendrán después, para los dos espacios de Unión por la Patria, grandes desafíos que  afrontar.

Madrid, 3 de agosto de 2023.

*Psicoanalista, escritor y poeta.