¿Por qué otro libro sobre feminismos? – Por Nancy Giampaolo

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¿Por qué otro libro sobre feminismos? – Por Nancy Giampaolo

A propósito del libro «Feminismos. Liberación o dependencia», editado por Grupo Editorial del Sur- GES.

Por Nancy Giampaolo*

 

“Las formas o expresiones del bien, la libertad, la justicia o el consentimiento varían mucho en diferentes tradiciones y medios. Así, una sociedad de hombres más libres que nosotros, si es muy diferente a la nuestra, puede parecernos despótica en nuestra ignorancia”, escribió a finales de la década del treinta Simone Weil en una de sus reflexiones en torno a la variedad de formas de ver y habitar el mundo. Nueve décadas más tarde, la diversidad se transformó en uno de los caballitos de batalla de los que vulgarmente denominamos “poder”, corriendo el riesgo de extraviar, debido a esa fagocitación, su carácter emancipatorio y tendiendo, cada vez más, a imponer un estilo de vida hegemónico. La palabra “poder” es pasible de numerosas interpretaciones según la línea política a la que suscriban tanto quien la profiere como quien la escucha. Por lo general, las definiciones que agencian un mayor número de actores son las que menos se arriesgan a caer en sesgos. En ese sentido, el poder es más un elenco que una estrella principal e incluye al poder financiero, a los Estados, las multinacionales, los poderes judiciales, las fuerzas de seguridad y la partidocracia de cada país, los think tanks (laboratorio de ideas), las ONG financiadas por fundaciones de gran capital, los medios y derivados subsidiarios de estos actores principales. La paradoja más dolorosa de este estado de cosas -en el que no parece extraño que las luchas sociales sean representadas por el mundo empresarial, los intereses políticos de un sector o la retórica vacía de medios y activistas rentados- es que esa hegemonía es practicable por unos pocos. En América Latina, la inviabilidad del modelo propuesto por las corrientes de pensamiento en boga se hace aún más patente debido a su condición de periferia. Proliferan los cortocircuitos entre los discursos apoyados sobre la gestión de nuevos derechos de orden individual y la realidad cotidiana de derechos ganados en el pasado, constantemente vulnerados por las mismas instituciones que gestan esos discursos. La desigualdad económica en alza torna imposible la implementación de los slogans de equidad y liberación para quienes enfrentan el desclasamiento, la precarización y las situaciones de enorme vulnerabilidad que parecen reproducirse exponencialmente cada día. La segmentación social, igualmente extendida, conspira contra la posibilidad de consolidar un equilibrio entre la vida personal y la comunitaria, propiciando nuevos modos de dominación. “No basta con intentar reformar tal o cual pieza; hay conexiones, profundas conexiones en el sistema social. Y si estas conexiones no se comprenden, uno termina mejorando un poco una cosa y empeorando otra”, afirma la pensadora norteamericana Nancy Fraser y, atenta a este problema del que solo algunos feminismos se hacen eco, agrega: “ninguna tradición de pensamiento ofrece ella sola toda la comprensión ni todas las respuestas, las tradiciones deben ser de algún modo combinadas, aunque existan entre ellas tensiones reales que deben ser resueltas”. En Argentina se habla desde hace tiempo de feminismos y disidencias en plural, quizás debido a la constatación de la imposibilidad de un solo tipo de representación y un cuerpo homogéneo de intereses. Sin embargo, el uso del plural no alcanza a reflejar la multiplicidad de visiones existentes en ese cuerpo para nada homogéneo que componen las mujeres y minorías sexuales que han sido encorsetadas en la idea de “víctimas del patriarcado”. La situación local guarda estricta relación con el panorama internacional: el movimiento de género explotó globalmente en los últimos años a través de expresiones variadas que oscilan entre el liberalismo norteamericanizante del Me Too y las luchas por el arraigo a la tierra de las mujeres de Chiapas. En esa variedad subyace el desafío de no copiar modelos para hallar un camino situado, propio e independiente de todos los actores que conforman el poder. De la mano de las luchas reivindicatorias aparecieron fenómenos tendientes a destruir el tejido social, como la cultura de la cancelación, el acento en las políticas punitivas, el escrache y el activismo como negocio personal, analizados en artículos publicados, tanto en medios masivos como independientes y apoyados en referencias provenientes de espectros sociales, filosóficos y políticos diversos -o incluso contrapuestos, a fin de enriquecer argumentos- que fueron el soporte de este libro. Feminismos. Liberación o dependencia procura ejercer el disenso, entendido como un aporte diferente a una discusión que no debería cristalizarse, ni caer en la contradicción de tornarse excluyente.

 

@nancy_giampaolo IG

*Periodista, guionista y docente

 

 

Feminismos. Liberación o dependencia.

Autora: Nancy Giampaolo.

Editor: Grupo Editorial Sur

Se puede obtener en: https://grupoeditorialsur.com/producto/feminismo-liberacion-o-dependencia/

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