En este artículo, el psicoanalista y perito psicólogo Osvaldo Fernández Santos, advierte acerca de la vigencia de la desmentida ideológica de los abusos sexuales en la infancia. Señala que la potencia de las pseudo-teorías radica en la sintonía que portan con la cultura patriarcal, y en la defensa que facilitan contra el horror del incesto.
Por Osvaldo Fernández Santos*
(para La Tecl@ Eñe)
Ante una nueva irrupción ominosa, en este caso mediática, de la desmentida de los abusos sexuales que padecen niñas, niños, y adolescentes; el gobierno se pronunció repudiando el inexistente síndrome de alienación parental (SAP).
El acto significativo en defensa de la niñez, se apuntaló en el rechazo científico generalizado a nivel nacional e internacional de la teoría ideológica pergeñada por Richard Gardner. Resulta necesario el desarrollo de una breve reseña sobre el SAP, puesto que, es probable y lógico que el lector o la lectora no especializado/a o atravesado/a por la problemática, no tenga conocimiento del mismo, y por la importancia que reviste el tema para el cuidado de la infancia.
El falso síndrome fue expuesto por primera vez por el psiquiatra norteamericano Richard Gardner, en un artículo intitulado «Tendencias Recientes en el Divorcio y la Litigación por la Custodia». En el país fue introducido en el año 2000 por el ex juez Eduardo Cárdenas, a través de un escrito publicado en la revista La Ley, bajo el título “La denuncia de la denuncia de abuso”.
El contexto de producción de la “teoría” de Gardner, cabe ser explicitado, al igual que los antecedentes profesionales del autor, en tanto guardan estrecha y evidente vinculación con la misma. Al momento de la enunciación del “síndrome”, Gardner oficiaba como perito de parte en la defensa de acusados de haber perpetrado abusos sexuales contra niñxs. Su desempeño científico previo fue la especialización en “técnicas de desprogramación”, ya que como capitán y médico del ejército de los EEUU, asistió a soldados que habían sido prisioneros durante la guerra de Corea del Norte. La historia personal de Gardner, también guarda relación con la invención del SAP, debido que sobre su persona pesaban acusaciones por pedofilia.
El esquema propuesto por Gardner y sus discípulos se basa en dos postulados básicos:
1) Que existe una cantidad abrumadora de “madres alienadoras”, o que se convierten en tales en los divorcios contradictorios y/o en los juicios de tenencia, las cuales realizan “lavados de cerebros” en lxs hijxs.
2) La producción masiva de niñxs “programados” que, llegados a ese estado, denigran al padre difamado, agregando elementos propios. Produciendo una “parentectomía”.
Acorde con las condiciones de partida, la teoría ha sido(es) aplicada dominantemente en los casos de abuso sexual en la infancia, para sostener que en realidad estos existen en una muy baja proporción, mientras abundan las falsas denuncias. Asimismo, las enseñanzas de Gardner, incluyen la indicación de perseguir legalmente a lxs profesionales que intervienen con idoneidad en la problemática abusiva, principalmente en las de índole incestuosa.
En el fuero de familia, en razón que la mayor parte de las vejaciones contra niñxs son incestuosas, el SAP ha sido(es) utilizado para solicitar o forzar “revinculaciones” entre la/el hija/o victimizada/o y el progenitor; e incluso en algunos casos, en un paroxismo de lo siniestro, para requerir o revertir la tenencia de lxs niñxs. Las respuestas dentro del fuero dependen de cada juzgado.
En el fuero penal, los defensores de los imputados de abuso sexual contra niñxs no invocan al SAP sino a una derivación del mismo, “la co-construcción de memoria”. Las premisas de partida de la “co-construcción” son tan endebles como las del SAP, a saber:
Si bien la “teoría” de Gardner y su derivada no obtuvieron ningún reconocimiento científico, en un principio, dentro del poder judicial, el SAP se expandió rápida y eficazmente por diversas circunstancias: daba una respuesta sencilla a una problemática compleja, incluía una realidad como la conflictividad existente en varios procesos de divorcio, no requería de un esfuerzo intelectual ni de formación para entenderlo, era sintónico con el patriarcado dominante, y ofrecía una defensa contra el horror que provoca un crimen, que tensa las bases de la cultura.
Ante el rechazo científico ecuménico, el SAP fue perdiendo potencia en el servicio de justicia, no obstante, se produjo un desplazamiento hacia el subrogado de la co-construcción de memoria. En el presente entre los puntos de pericias solicitados, salvo que se trate de una fiscalía especializada, resulta casi infalible que se requiera evaluar si existe en la/el niña/o “co-construcción de memoria”.
En forma paralela, los equipos especializados en la defensa de imputados de perpetrar abusos sexuales contra niñas, niños, y adolescentes, fueron afinando las desmentidas teóricas. En la actualidad, al enunciar la co-construcción de memoria, omiten la mención de Gardner, aunque sostienen a su introductor en el país el ex juez Cárdenas. Refieren que existe una cantidad importante de abusos, pero también de co-construcciones. Fundamentan la teoría sobre imprecisas reducciones biologistas, menciones vagas al cerebro, y un encadenado anecdótico de experimentos inductivos. No señalan como “co-constructoras” directamente a las madres pero apuntan hacia ellas, a su vez, no les adjudican “siempre” mala intención. Mejoran la rusticidad discursiva, aún sin privarse de la “parentectomía”.
En el contexto de la pandemia, se ha publicado un libro con formato PDF sobre niños, niñas y adolescentes víctimas de abuso sexual y el proceso judicial; en el cual se despliegan una diversidad de temas asociados con la problemática desde una perspectiva de dominancia científica, pero se le otorga entidad a la co-construcción de memoria, con el agravante de proporcionarle cierto léxico de corrección teórica del cual carece la enunciación original. Tal inclusión, representa la primera mención de la “teoría” ideológica, en un marco intelectual específico por fuera de los bunkers de los profesionales abocados a la defensa de imputados por perpetrar delitos que estremecen a la condición humana. El desliz conceptual en un texto serio, resulta inquietante.
La desmentida pseudo-científica de lo siniestro, mantiene vigencia a través de su retoño, la co-construcción de memoria.
Buenos Aires, 1° de agosto de 2020
*Psicólogo-Psicoanalista – Perito Psicólogo Oficial del PJPBA.