Por Vicente Muleiro*

(para La Tecl@ Eñe)

Postemilla. 1. Absceso que supura. 2. Punta visible de un tumor.

Los sonidos del silencio.  Estaban esperando que dijera “A” para ametrallarla con la “B”. No, perdón. Estaban esperando que dijera “B” para ametrallarla con la “A”. Pero Cristina Fernández no dijo ni A ni B. Exasperado por la efectiva elocuencia del mutismo, salió al aire viciado Miguel Pichetto. “En este tipo de eventos  hay que poner la cara” apuró el ex vicecandidato y se guardó el deseo de fondo: que a esa cara expuesta le cayera un coronavirus. Pero ella no expuso el rostro y menos la palabra. Los hermeneutas que ya se las habían compuesto para especializarse en 24 horas en el lenguaje de los gestos, ahora se propusieron   decodificar el sonido del silencio. Claro que ese es un arte arduo al que arriban los  genios de la música, de la pintura, de la poesía. Son quienes  manejan el sentido que queda flotando entre los signos. Pero de eso no tienen ni idea los columnistas de cuarta, es decir los quintacolumnistas. Nada pudieron objetar cuando  Fernández de Kirchner twiteó  su “inmensa pena” por la muerte del presidente del INVAP, Cacho Othegy. Y eso que les hubiera gustado festejar.

Curiosamente no objetan el silencio de Mauricio Macri.

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Un diálogo posible:

Mirtha- ¡Estoy aterrada! ¡Después de esto se viene el comunismo!

Paolo Rocca- ¡Peor Chiquita! ¡Se viene el peronismo!

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El error de Dios. Macedonio Fernández sostenía que el único error de Dios al crear al ser humano consistió en no colocarle un ojo en la nuca. Y sí: se hubieran evitado asesinatos, choques, robos, entre tantas sorpresas por la espalda. Hoy serviría, además, para ponerse a salvo de los que pasan casi rozándote aunque la calle esté desierta durante el inevitable paseo al perro. También para que algunos tomen nota de que es el pasado inmediato el que armó las infecciones de este presente.

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Los elegidos. Un tal González escribió en uno de los diarios del Eje (mónico) que el presidente Alberto Fernández “eligió” a Paolo Rocca de puching-ball para pegarle al establishment. Como suele suceder en ese medio -ante errores periodísticos tan o mucho más graves- no se publicó de inmediato la correspondiente Fe de Erratas porque, según los editores, no contribuía a la solución argentina de los problemas argentinos. Y eso que fuentes confiables, reservadas, que pidieron el anonimato, en riguroso off, que prefirieron preservar su identidad, de primer nivel, indubitables, bien informadas, que tuvieron acceso a, próximas al Gobierno, cercanas, oficiosas, y aún confidenciales aclararon que, en verdad, fue Rocca el que eligió a ese diario para reactualizar la Campaña del Desierto.

Buenos Aires, 1° de abril de 2020

*Escritor, dramaturgo, poeta y periodista