Carlos Rozanski sostiene en este artículo que La Libertad Avanza facilita el intento de proyectos normativos que buscan intimidar a las víctimas de abusos y desalentar las denuncias. En ese rumbo, la operación mediática encabezada por Viviana Canosa cumple una función: influenciar en la subjetividad de las personas que hoy están sometidas al escarnio público.
Por Carlos Rozanski*
(para La Tecl@ Eñe)
La puesta en escena montada por Viviana Canosa hace pocos días es una de las más siniestras que se conozcan desde que asumió Javier Milei.
En ese sentido, si bien las “operaciones” son frecuentes en todo gobierno neoliberal, en un régimen de corte fascista como el de los libertarios se vuelven imprescindibles y cada vez más sofisticadas. En este caso, el núcleo de la maniobra se relaciona estrictamente con la pedofilia.
Se trata de un fenómeno criminal muy grave que tiene como víctimas a niñas, niños y adolescentes y como victimarios a un abanico variado de personajes. Hay que aclarar que, si bien en su mayoría los agresores son miembros directos del grupo familiar o conviviente de las víctimas, también lo integran depravados ajenos a ese espacio íntimo.
Así, en ese amplio espectro, se pueden encontrar diputados como Germán Kiczka o sacerdotes como Julio César Grassi, que fueron juzgados y condenados por crímenes sexuales contra las infancias. También hay políticos o asesores de altos funcionarios que por su poder e influencia pretenden, y en la mayoría de los casos logran, eludir cualquier tipo de sanción. En esa búsqueda de impunidad, hace un tiempo que tratan de instalar en algunos ámbitos públicos la idea de que la mayoría de las denuncias de abusos contra las infancias son falsas.
De ese modo, de la mano de funcionarios desalmados que repiten cifras absurdas y malintencionadas, impregnan la subjetividad de algún desprevenido ciudadano que luego reproduce ingenuamente esas mentiras. Ejemplo brutal de esta maniobra fue lo sucedido el 20 de noviembre de 2024 en el Senado de la Nación. Allí, la senadora Carolina Losada organizó un evento en apoyo de un proyecto ley, cuya autoría se atribuye, en el que se aumentan las penas por supuestas falsas denuncias de abuso sexual. En igual sintonía, la legisladora libertaria Lilia Lemoine presentó uno con el mismo objetivo en la Cámara de Diputados.
Para dar algún sustento a esa iniciativa, la senadora por Santa Fe Carolina Losada, ante un auditorio con presencia de organizaciones que defienden imputados de pedofilia, expuso a una joven de 18 años que desde los seis hasta los diez años fue abusada sexualmente por su padre. La niña tenía en sus manos temblorosas un escrito que se le entregó y que leyó llorando, en el cual “confesaba” haber denunciado falsamente a su padre. Es importante aclarar que el hombre está preso y fue condenado a 15 años de prisión por brutales abusos sexuales de la entonces niña de seis años. A su vez, la joven cruelmente expuesta, estaba diagnosticada en el expediente judicial con “daño psíquico grave” por los abusos sufridos.
Por su parte, el ministro de Justicia de la Nación Mariano Cuneo Libarona, participó del evento cuestionando de manera ilegal fallos judiciales de condena a pedófilos y difundiendo que “el 70 % de las denuncias de abuso son falsas”.
Es necesario detenerse brevemente sobre la cifra que reproduce irresponsablemente el citado ministro de la Nación. Baste con lo analizado por la Fiscalía de Estado de España al respecto. Tomando una base de un millón de casos de violencia de género, la cifra de falsas denuncias arroja un resultado de 0,01 % (1). Ahora bien, la relación entre el 0,01 % real de falsas denuncias estimado sobre una base de más de un millón de casos en España y el 70% pretendido por Cuneo Libarona, indica que el funcionario aumentó 699.000 veces la cifra real.
Los números verdaderos dejan al descubierto la brutalidad de las afirmaciones del Ministro, que además difundió en sus redes el video incalificable de degradación y humillación de la joven abusada. Con ello, se manifestaba públicamente a favor de un pedófilo condenado por abusar de su hija, cerrando su publicación con la temible afirmación: “Vamos a erradicar la ideología de género de la justicia”. (2)
En ese trayecto, a poco de iniciado el actual período de sesiones ordinarias en ambas cámaras del Congreso de la Nación, se produjo el “lanzamiento” por parte de Viviana Canosa de una operación de «pescado podrido» sin precedentes en el país. Es importante tener en cuenta que la novedad del plan no reside exclusivamente en ensuciar a determinadas personas mediante insinuaciones o vagas referencias sin sustento. Eso ha sucedido siempre en nuestras sociedades por los más variados motivos e intereses. Se trata de tradicionales calumnias que están debidamente legisladas civil y penalmente.
En este caso, para entender en su real dimensión la operación cuya cara visible es Canosa, resulta útil comenzar por los efectos más observados en les damnificades. Así, de un repaso por los reportajes y apariciones en los medios, la pregunta que se reitera es: “¿por qué yo?, ¿por qué a mí?, si nunca tuve nada que ver con eso!”. Ese es el núcleo de la operación. Se busca instalar la idea de que a cualquier persona, famosa o desconocida, le puede caber ser mencionada e incluso denunciada por algo que nunca hizo y ni siquiera pensó, como es el brutal delito de abuso sexual contra niñas, niños y adolescentes.
Una vez generada la angustia de semejantes imputaciones, bastará con que alguna de las personas aludidas exprese la necesidad de leyes que las protejan para que aparezca la figura “salvadora” que diga que la solución es la ley que propone un fuerte castigo a quienes denuncien falsamente.
La ruta de la pedofilia es compleja y está llena de trampas. La transitan seres desalmados con un nivel de crueldad y goce perverso que los distingue del resto de los criminales. A su alrededor, se encuentran seres no menos crueles vinculados por una fuerte comunión esencialmente ideológica. Ni siquiera es necesario que compartan las depravadas preferencias sexuales de los pedófilos. Lo que tienen en común esas personas es que los destinos de sus pulsiones están signados por la amoralidad ya que, aunque con distintos objetos de goce, la mecánica de la comunión es el placer frente al dolor del otro.
En ese sentido, la transfobia, la homofobia y la misoginia son ingredientes de una complicidad compulsiva, caracterizada por un sentimiento de superioridad. No es azaroso que estas operaciones se produzcan durante un gobierno de crueldad extrema y protagonizado por personajes tan insólitos como dañinos.
Recuérdese, por ejemplo, que hace pocos años Javier Milei vociferaba en un evento público: “Yo por ser rubio, de ojos celestes, hombre, no voy a estar pidiendo perdón por tener pene”. Se trató de una actividad que realizó con Viviana Canosa en la presentación del libro “El camino del libertario” que lleva su firma (3). Esa insólita y brutal autodescripción de supremacía blanca y masculina exime de mayores comentarios acerca de la personalidad de quien hoy preside el país. Si a ello se suma la nómina de personajes cercanos que lo rodean en casa de gobierno y se tiene en cuenta quién era su interlocutora ese día, el objetivo de la operación «pescado podrido» comienza a verse con mayor claridad.
En síntesis, la cofradía del patriarcado fuertemente encarnada en La Libertad Avanza facilita el intento de proyectos normativos abyectos como el de la senadora Losada o la diputada Lemoine, que buscan intimidar a las víctimas de abusos, así como a sus madres y desalentar las denuncias. En ese rumbo, la operación mediática encabezada por Viviana Canosa se dirige, como se dijo, a influenciar en la subjetividad de las personas que hoy están sometidas a escarnio y cuyo objeto e intención no logran comprender.
Explicar con la mayor claridad posible esos amorales objetivos, así como las responsabilidades que les caben a cada participante de las operaciones, resulta hoy imperativo. Ello no sólo para quienes son ensuciados públicamente, sino fundamentalmente para las niñeces cuyas vidas son arruinadas por personajes como los aquí nombrados.
Referencias:
(1) Fiscalía de Estado de España, publicado por Infobae 15/11/2024
(2) Posteo del Dr. Mariano Cuneo Libarona en su sitio de la red X el 29/11/2024
(3) Expresiones de Javier Milei en la Feria del Libro CABA el 14 de mayo de 2022
Buenos Aires, 23 de abril de 2025.
*Carlos Rozanski, presidente de la Asociación de Altos Estudios en Violencias y Abusos Sexuales (AEVAS)
3 Comments
Excelente como siempre, simplemente agradecer claridad en medio de tanta incertidumbre. Gracias!!!
Claro y completísimo
Gracias por compartir la excelente aportación de su escrito. Es claro e imprescindible para un tema sensible y delicado como el abuso en infancia y adolescencia.