Jorge Alemán afirma la democracia no es un ente eterno y esencial que se aplica como un sistema neutro a cualquier caso, y sostiene que regalarle el término a las derechas cuando se ultraderechizan no es sólo entregar una pieza clave sino un legado fundamental de todas las luchas latinoamericanas por su Emancipación.
Por Jorge Alemán*
(para La Tecl@ Eñe)
Compruebo que a muchos compañeros y compañeras les resulta cómodo soslayar el problema de la Democracia.
De inmediato se la confunde (versión ‘70) con la Democracia burguesa o con una expresión eurocéntrica, o como una astucia por todos conocida del imperialismo yanqui.
Es cierto que la democracia actual está absolutamente emplazada y capturada por el capitalismo y sus dispositivos mediático-judiciales. Se han bombardeado países y se han masacrado pueblos enteros en nombre de la democracia. Y, también es cierto que las corporaciones del Capital bloquean a las acciones auténticamente democráticas.
Pero precisamente este empeño de los poderes mundiales en imponer o borrar a la democracia es lo que nos tiene que orientar en relación al verdadero desafío de lo que está en disputa.
Si defendemos el peronismo histórico es precisamente porque logró una experiencia política conjugando la igualdad y la justicia con la democracia. El peronismo fue una revolución sin Gulag.
Si estamos orgullosos de los movimientos nacionales y populares latinoamericanos en nuestra contemporaneidad es por la extensión de su recorrido democrático en todo el tejido social.
Y, ¿cómo defender el enorme legado histórico de Madres, Abuelas e Hijos si somos indiferentes a la radicalización de la democracia?
Y nuestro ejemplo mundial, los juicios por la Verdad y la Memoria, ¿cómo no amar ese acto fundante si nos hacemos los distraídos hacia la cuestión de condenar el bloqueo a Cuba, el golpe contra Allende, el golpe de la dictadura genocida, el golpe contra Evo, las masacres en Colombia etc., si nos situamos por fuera de la lógica democrática?
¿Y los grandes desafíos del feminismo, del LGTBI, Trans, Queer y su potencial conexión con los movimientos sociales? Su potencial transformador es insistir en más democracia, en otra democracia.
La democracia no es un ente eterno y esencial que se aplica como un sistema neutro a cualquier caso, como la piensan las grandes potencias occidentales. Pero tampoco es aquello que se rechaza desde supuestas posiciones de izquierda que sin saberlo están habitadas por un nacionalismo decimonónico, provinciano, que se conecta con ese romanticismo europeo, antesala de los fascismos.
La democracia nunca está por fuera de los antagonismos, es parte central de la lucha popular y su identidad se juega en la construcción de los sujetos políticos del antagonismo.
Regalarle el término a las derechas cuando se ultraderechizan no es sólo entregar una pieza clave sino un legado fundamental de todas las luchas latinoamericanas por su Emancipación.
La Emancipación será democrática o no será.
Madrid, 20 de julio de 2021.
*Psicoanalista, escritor y poeta. Autor de los libros «Capitalismo. Crimen perfecto o Emancipación» y Pandemónium, notas sobre el desastre. Su último libro publicado es Ideología.
2 Comments
Gracias Jorge por ponerle palabras a mis pensamientos.
El peronismo sera revolucionario o no sera nada