Frente a la actual hegemonía de las grandes corporaciones financieras parasitarias, Donald Trump intenta la revitalización de sus provincias del acero- hoy, del óxido- sin ninguna garantía de éxito.
Por Gabriel Fernández *
(para La Tecl@ Eñe)
En un lapso relativamente corto, el gobierno de Donald Trump se enfrentará a situaciones que le exigirán cambios profundos, no exentos de cierta reciedumbre, para plasmar muy parcialmente la concepción proteccionista que se desprende de la reciente acción arancelaria pro industrial.
Por eso vuelvo a una consideración muy evidente, pero anulada por la combinación de tiempo y propaganda. Los industriales deberán articular una zona financiera destinada a promover la inversión, el consumo y la producción de bienes. Esto implicaría establecer una banca estatal orientada por quienes porten esa filosofía y un control sobre una parte del esquema rentístico privado que lo oriente de modo más adecuado.
Con la actual hegemonía de las grandes corporaciones financieras parasitarias, ni siquiera podrá intentar la vitalización de sus provincias del óxido -antes, del acero-; a decir verdad, aunque todo se pueda ordenar y organizar en ese sentido, el éxito de su ímproba laboral carece de garantía alguna. Pero tendrá que intentarlo.
Los Estados Unidos necesitan un tajo que divida la banca y le permita brindar volumen al área económica por encima de la especulación. Por eso, como explicamos en Fuentes Seguras, de nada sirve lanzar el malón al grito de mueran los ricos y meter en la misma bolsa a Musk y a Davos, a Trump y a Milei, a la ONU y a la UE.
Esto detonará una progresión de sumo interés. Ya fracasaron los intentos de expulsar naciones del Swift. Las echan ¡y se van! También de revelar al dólar por el londolar. Las Cities se refugian e intentan hilvanarse, pero son páramos que los medios disfrazan como vergeles. Las transacciones entre monedas de quien vende y quien compra se han expandido. Sin embargo, el sendero de la multipolaridad no será sencillo pues los “hombres de negocios” configuran asociaciones disciplinadas por las corporaciones.
Quiero decir que sin Estado y sin política, esas transformaciones recias que los Estados Unidos pro industriales necesitan, no se concretarán. Y aún así, quién sabe. Lo dijimos en un artículo del 9 de julio de 2023: los grandes empresarios ya se dejaron birlar por los financistas el control de la gran locomotora mundial que fueron los Estados Unidos, y ante las arremetidas propagandísticas se cuidan de quedar identificados con el comunismo, el populismo y las autocracias varias.
Por eso el eje de la batalla presente exige que los Estados se posicionen en su conducción. El vínculo político de los intereses geoeconómicos con las grandes masas debe situarse en la cúspide institucional para llevar adelante el proceso de transformación multipolar en marcha. Nada releva la acción política, en tanto y en cuanto se encuentre bien asentada en un poderío económico a la altura de las circunstancias.
Finalmente, una consideración acerca de las escandalosas interpretaciones de los días recientes. Es lógico que los medios internacionales a disposición del gran capital fogoneen argumentos que demonizan la decisión arancelaria trumpista. Lo grave es que desde zonas críticas se repiten las mismas lecturas. Como si el crédito manejado por el Estado, los subsidios y ¡los aranceles! no hubieran sido los factores básicos empleados por las naciones que apuntalaron el crecimiento de sus industrias en la breve pero intensa historia del capitalismo.
Esto no significa que el andar republicano beneficie a todos. Tiene la intención de promover la economía norteamericana, no la mundial, lo cual configura el impuesto obligatorio en las urnas por una región mayoritaria de su población. De ahí que el diagnóstico deba ser certero, sobrio, para poder avanzar hacia conclusiones sobre lo que podría realizarse en otras latitudes.
Por lo demás, lector. ¿A qué viene esta fiebre de llorar por los problemas que Trump le genera a la economía financiera internacional?
¿Tan bueno ha sido este orden como para batallar por su continuidad?
Buenos Aires, 11 de abril de 2025.
*Director La Señal Medios / Área Periodística Radio Gráfica